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CARTAS AL DIRECTOR

Arques, el mar y yo

Fidel Fernández Raso

Miércoles, 29 de noviembre 2006, 03:27

Vi la película 'GAL' en el cine Perelló de Melilla, un teatro modernista erigido en 1928 en el que te envuelve la atmósfera de la época. Cuando salí a la calle caminé en medio de la noche melillense con un sentimiento de decepción mezclado con cierta nostalgia. Por un momento, el mar de Alborán me evocó muchos recuerdos del Cantábrico besando la costa próxima a San Juan de Luz o Irún, Bayona, Pau y muchos otros lugares que sirvieron de escenario para la investigación de los GAL. Después de 'Diario 16', Ricardo y yo hemos compartido destino profesional durante algunos años, tanto en Ecuador como en Valladolid, y me duele que esté dolido con la película de Melchor. Aquella historia nos dejó una amistad a prueba de temporal. Como periodista firmaría cualquier información que escribiese Ricardo sin necesidad de leerla.

En una entrevista en un diario digital, Ricardo se refiere a mí afirmando que guarda «especial agradecimiento a Fidel Raso, quien me acompañaba como cobertura de seguridad a las citas con la dirección de los GAL en Francia cuando ambos trabajábamos primero en 'Deia' y luego en 'Diario 16'». Su generosidad es la que me lleva a escribir estas líneas con toda modestia para decirle: Ricardo, seguiremos aumentando la leyenda entre los cercanos cuando les contemos cosas como aquella de: ¿Te acuerdas de lo de la dama negra en el Chateau de Brindos? O lo de aquel cruce en Bayona, donde me preguntaste: «¿Rasín, ¿tú sabes francés?». Ánimo, recluta, nos queda el mar.

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