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IGOR BARCIA
Miércoles, 20 de noviembre 2013, 14:59
Las Encartaciones ofrecen a los visitantes actividades de todo tipo para disfrutar del fin de semana. De hecho, Planes con niños ya visitó esta zona de Bizkaia en su primera entrega para descubrir el Karpín y Pozalagua. Pero un territorio tan amplio ofrece nuevas propuestas para realizar excursiones. Por ejemplo esta ruta por el corazón del territorio encartado, una zona entre Balmaseda y Sopuerta que abarca desde una fábrica de boinas hasta un parque aventuras, pasando por el centro histórico de la comarca -la casa de juntas de Avellaneda- y un fantástico museo de coches históricos (Rolls Royce). Un amplio plan donde los más pequeños pueden degustar un menú compuesto por cultura y diversión, y donde las previsiones de mal tiempo quedan minimizadas al tratarse en su mayor parte de visitas bajo techo.
1. Museo de las Encartaciones, Casa de Juntas de Avellaneda
El recorrido empieza con un paseo por la historia de Las Encartaciones. La Casa de Juntas es el edificio más emblemático de la comarca, que acogió el centro del gobierno político encartado durante siglos. De hecho, la primera mención que se tiene de las Juntas data de 1394. Tras su reforma, ahora acoge el Museo de las Encartaciones, con ocho salas que, mediante piezas originales, recreaciones, maquetas, planos y fotografías recrean la vida e historia de la comarca.
Pero para aquellos que visiten el museo este mes de noviembre y sean aficionados del Athletic, el punto de atención lo centra la exposición Cien años de las Encartaciones con el Athletic. En ella se ofrece una relación del club rojiblanco y la comarca desde su fundación en 1898, en una muestra dividida en cuatro áreas, con protagonismo para los futbolistas encartados que han vestido la camiseta del Athletic y una muestra de maquetas del viejo San Mamés.
2. Museo Torre Loizaga
Cerca de Avellaneda se encuentra una joya como es la Torre Loizaga, situada en Galdames y conocida por albergar la colección privada Rolls Royce más completa e importante del mundo. La fortaleza que data del siglo XIV alberga 75 coches de los que cuarenta y cinco pertenecen a la afamada marca británica. Un espectáculo que merece la pena para ser visitada por mayores y pequeños.
No es sencillo llegar allí, pero si vamos de Avellaneda hacia Sopuerta, deberemos desviarnos a la derecha en Mercadillo, por el camino de Santa María Auzoa y Arce Auzoa, que nos deja a las puertas de la Torre Loizaga. Una vez allí, la exposición cuenta con cinco pabellones, además de la zona baja de la torre.
El primer pabellón alberga a coches antiguos, el segundo a vehículos clásicos, el tercero contiene algunos de los modelos más significativos de los años 30. En el pabellón cuatro se encuentra la formidable colección de Rolls Royce desde 1953 hasta la actualidad, mientras que en cinco encontramos coches únicos y exclusivos, alguno de los cuales ha sido utilizado por significativos gobernantes. Y en la planta baja de la torre se encuentra el conjunto más valioso y antiguo.
3. Sopuerta Abentura Park
De vuelta sobre nuestros pasos, una vez en Mercadillo se continúa en dirección a Sopuerta en busca del parque de aventura en los arboles del País Vasco. Como es lógico, esta actividad estará condicionada por la posibilidad de lluvia, pero se trata de una diversión muy especial para pequeños y grandes.
Encontramos una nueva, divertida y original manera de visitar un entorno natural a través de un conjunto de recorridos deportivos y lúdicos que se desarrollan en contacto con el medio natural.
Los recorridos que ofrece cada parque son de dificultad variable y en función de la edad, y cada uno está compuesto de diferentes retos o pruebas, suspendidos en altura (puentes tibetanos, tirolinas, troncos de equilibrio, lianas de tarzán, redes de abordaje,) y que utilizan como soporte los elementos naturales del entorno.
4. Museo de Boinas La Encartada
El recorrido finaliza en Balmaseda, con una visita a la que fuera fábrica de boinas desde 1892, reconvertida hace unos años en museo. Cuenta en la actualidad de dos plantas habilitadas. En la planta baja se encuentra la sala de audiovisuales en el que se proyectará un vídeo de introducción con testimonios de los propios trabajadores y trabajadoras y una exposición permanente sobre la actividad de la fábrica.
Además podemos encontrar en esta zona los elementos relacionados con el antiguo proceso de lavado de lana, los vehículos de servicio de la fábrica, los talleres auxiliares, el hall de acceso a la turbina y la central hidroeléctrica, actualmente en marcha.
En la primera planta se accede a la línea de fabricación y maquinaria con secciones como el cardado e hilatura, el tejido de la boina, el remallado, etc. También se encuentran las antiguas oficinas y despachos.
Además de la visita a la fábrica, el museo cuenta con cafetería y cervecera para reponer fuerzas y un área recreativa infantil donde los más pequeños pueden disfrutar más allá de la visita propia a un museo muy particular.
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