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IÑIGO MUÑOYERRO
Miércoles, 23 de octubre 2013, 09:22
El año pasado el primer gran brote de setas ocurrió alrededor del 18 de octubre. Este otoño aún no ha tenido lugar. La sequía y los vientos del sur han abrasado las montañas de nuestra región. La hierba continúa agostada, aunque en algunas zona haya verdeado gracias a los últimos chaparrones tormentosos. Los bosques están vacíos. El setero se echa al monte ilusionado con el bastón; la cesta de mimbre y una navaja portuguesa. Podría salir con las manos en los bolsillos, porque los hallazgos serán puntuales.
La prueba del nueve está en las fruterías. En el apartado de setas silvestres solo venden boletos y cantharellus (angulas de monte) foráneos. Aún no han aparecido los lactarius (níscalos o robellones). Para encontrar setas en los años de carestía hay que afinar y buscar el rincón más adecuado para cada especie. Estas dos últimas semanas hemos paseado por los prados costeros siempre húmedos de Gorliz y del Covarón. El botín ha sido corto. Unas galampernas (macrolepiotas) en las campas de Fano y unos champiñones en la zona de Itsaslur.
Los hayedos de la zona del Aratz, en Álava, están resecos. Los pocos ejemplares encontrados han sido rúsulas no comestibles, tipo fellea (rúsula de hiel). Idem en los pinares de Markina. Los capuchones rojizos de las rúsulas sardonias (no comestibles por picantes y acres al paladar) destacaban aquí y allá. Además estaban viejos y agusanados. Los robledales de las orillas del pantano de Arija aparecen húmedos, pero sin hongos. Algún ejemplar de Leccinum (su carne ennegrece) se dejaba ver en las zonas más protegidas.
Finalmente, el pasado fin de semana hemos recorrido los prados de Villarcayo y Medina de Pomar. Alguna seta de cardo (Pleurotus eryngii) en zonas donde han arreciado las nieblas; champiñones pequeños y aislados y poco más.
Con todo llegan informaciones contrastadas de que en los montes de Sanabria (Zamora) ha habido un gran brote de boletos y galampernas. Está poblada de encinas con un sotobosque de brezo, jara y musgo que retiene la humedad. Y encima ha llovido lo justo para engordar las castañas y activar el crecimiento de las setas. No hay que desesperar. La campaña aún no ha arrancado, pero ha habido años peores. Unos días de agua son suficientes. Eso sí, cruzaremos los dedos para no se adelanten los hielos.
Fungipedia, una 'app' para identificar setas con el móvil
Con las setas cualquier precaución es poca, incluso en el caso de los seteros más expertos. Para los que dudan, cuatro jóvenes aficionados a la micología de la localidad vizcaína de Galdakao han desarrollado una útil aplicación para teléfonos móviles que permite identificar in situ una especie comestible y aclarar dudas si presenta semejanzas con una tóxica. La 'app', llamada Fungipedia, ofrece además la posibilidad de guardar la ubicación exacta de los setales que el usuario encuentre a su paso para poder regresar en otra ocasión a volver a llenar la cesta y una función para evitar perderse en el bosque, ya que le indica hacia donde dirigirse para encontrar el lugar en el que ha estacionado el vehículo.
De momento, la herramienta solo está disponible para smartphones que utilizan el sistema operativo Android, aunque próximamente se sumará también al catálogo de Apple. "La idea surgió de nuestra propia necesidad de identificar al momento algún ejemplar cuando salíamos al monte a por setas", destaca Aitor Calvo, webmaster de fungipedia.es, la web desde la que hacen una labor de divulgación de la micología y que sirve de lugar de encuentro para otros aficionados.
De momento, la 'app' dispone de un catálogo de 250 especies y más de 1.300 imágenes que "iremos ampliando poco a poco". "No se pretende llegar a identificar completamente una seta, ya que eso sólo es posible viendo el ejemplar, pero si acotar al máximo el número de posibles especies. La idea es no cometer los errores garrafales de otros buscadores de este tipo por tratar de llegar a donde no se puede llegar", apunta. Una de sus utilidades más interesantes es un botón que se activa en la mayoría de las setas comestibles y que permite acceder a los ejemplares más peligrosos con los que se puede confundir.
Otra ventaja de esta 'app' es que funciona sin cobertura y sólo necesita conexión a Internet para ser instalada. De momento, un centenar de aficionados ya se han descargado esta novedosa aplicación, que cuesta 6,99 euros. "La verdad es que ha tenido muy buena acogida en este mundillo", se felicita Calvo.
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