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IBAN GARBAYO
Martes, 17 de septiembre 2013, 09:39
En Bolonia se encuentra la Universidad más antigua del mundo occidental fundada en el año 1088. Es la ciudad Erasmus por excelencia de Italia, elegida en el año 2000 Capital Europea de la Cultura, es conocida como 'La Ciudad Roja' por el color de sus techos y fachadas y por ser uno de los ejes centrales del Partido Comunista Italiano. Es una de las ciudades históricas mejor conservadas y tiene el segundo casco antiguo medieval más grande de Europa, después del de Venecia.
Uno de los símbolos de la ciudad son sus característicos pórticos, es decir los soportales cubiertos que unen calles, torres y edificios y que, considerando sólo los del centro, rondan los 42 km de largo. Vamos que la lluvia no es un problema porque es muy difícil mojarse. Y si hablamos del tiempo, la ciudad cuenta con un clima continental, con inviernos fríos en los que suele nevar, y veranos secos y muy calurosos.
El lugar más conocido de la ciudad son las Dos Torres o Due Torri. La torre Garisenda y la torre Asinelli son las dos más famosas que aún hoy continúan en pie, aunque la primera tiene un grado de inclinación de 3,2 metros y la segunda de 1,3 metros. La Asinelli, la más alta, tiene una altura de 97,6 metros y para visitarla tienes que subir los 498 escalones que tiene. En el momento de su construcción no superaba los 60 metros, pero fue ampliada posteriormente. Por su parte Garisenda mide 48 metros.
Cuando se levantó medía 60 metros, pero en el siglo XIV fue recortada a causa de que el terreno donde había sido construida estaba cediendo. Actualmente solo es posible visitar la más alta puesto que los escalones de la más pequeña se encuentran bastante deteriorados. La leyenda dice que ambas torres son el curioso fruto de una antigua disputa entre dos familias atesoradas de la ciudad que se empeñaron en construir la torre más alta. Aquel que levantara la torre más grande sería quien se casaría con una bella dama de la ciudad.
La provincia de Bolonia es una tierra famosa y apreciada por los buenos paladares. Esta zona es, en efecto, el paraíso de la pasta al huevo, que es el mayor orgullo de la región y por las calles de Bolonia es posible seguir la producción de tortellini. Como curiosidad hay que mencionar que la salsa bolognesa o boloñesa que todos estamos acostumbrados a hacer habitualmente, una salsa de tomate con carne y especias, se aleja un poco de la que dicen es la auténtica salsa bolognesa, la que es realmente tradicional en Bolonia. Se dice que para saber si alguien es de la ciudad o no, basta con saber como te pide la pasta. Si no le llamas Ragú bolognese te identificarán como un extranjero.
Su situación geográfica la convierte en uno de los puntos más importantes de las comunicaciones en Italia, algo muy importante a la hora de hacer turismo. Su red de trenes es fantástica. Puedes estar en Verona, Venezia, y Florencia en, aproximadamente una hora y media. Milán y Pisa quedan a dos horas en tren. Pero para conocer mejor los encantos de la ciudad, ¿que mejor forma que conociendo sus secretos?
Los siete secretos de Bolonia
1. Fuente de Neptuno
Es seguramente la leyenda más famosa de la ciudad. La historia cuenta que cuando el arzobispo salió de la Basílica para contemplar la estatua, quedó escandalizado por el tamaño varonil del dios y obligó al escultor a rehacer su obra. Pero el artista no se rindió y diseño la estatua de tal forma que si nos situamos sobre una baldosa que tiene una tonalidad distinta, el pulgar tensado de la mano izquierda para emerger del bajo vientre simula un pene erecto
2. Minuto de silencio
En 2 de agosto de 1980, Bolonia sufrió un ataque terrorista que acabó con la vida de 85 personas y provocó más de 200 heridos. La mayoría, jóvenes que se encontraban en la concurrida estación de trenes (que se dice es una de las más importantes de Italia por la cantidad de conexiones) donde estalló una bomba. Como resultado del atentado, las manecillas del reloj de la estación se detuvieron a esa hora y se optó por no arreglarlo, para que quede como recuerdo a las víctimas de este atentado.
3. La escultura del diablo
La leyenda dice que en este edificio situado en la plaza de Santo Stefano vivía una familia de aristócratas que tenían continuamente rencillas familiares. No se sabe con certeza si cuando el padre de familia mandó esculpir los rostros de todos los familiares en la vivienda, se esculpió el rostro del demonio para ejemplificar que en medio de todos ellos habitaba Lucifer por sus continuas disputas o se refería a un familiar en concreto.
4. Larco della voce - El arco de la voz
En Bolonia las paredes escuchan. Sí. como lo oyes. En la Piazza Maggiore, dentro de los pórticos, se encuentran las estatuas de San Doménico y de San Petronio, patrón de la ciudad. Si te pones de cara a la pared debajo de la figura de uno de los dos Santos y hablas, tu voz se oye desde la pared del otro Santo perfectamente.
5. Cannabis protectio
Hubo una época en la que el cannabis estaba permitido en la ciudad. Prueba de ello, es la localización de la antigua zona donde se vendía esta planta en plena 'via indipendenza', una de las calles más céntricas de la ciudad. En en suelo podemos leer la inscripción 'cannabis protectio'.
6. La finestrella - La ventana
A Bolonia siempre se la ha considerado como la 'pequeña' Venecia por todos los canales que atraviesan la ciudad. Aunque la mayoría fueron convertidos en cloacas, antiguamente eran utlizados para transportar mercancías y para hacer girar los molinos de los talleres. Todavía sobrevive uno de estos pequeños canales que a través de la pequeña 'finestrella' es posible contemplarlo.
7. Il sole in un buco - El sol por un agujero
Este secreto sólo se puede ver cuando el sol está en lo más alto y sólo en los meses de noviembre a marzo. Justo en ese instante el sol se empequeñece hasta colarse por un agujero del techo de la iglesia de la Piazza Maggiore. En ese instante, el rayo de sol se posa sobre una línea en el piso, sobre la cual se marcan los meses y días del año.
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