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SOLANGE VÁZQUEZ
Jueves, 6 de marzo 2014, 12:57
¿Qué estaría dispuesto a hacer por un empleo? ¿Se lanzaría junto con otros aspirantes a coger un billete de 50 euros al vuelo? Puede que usted no lo tenga claro, pero algunos empresarios, sí. Saben que en la actual situación de crisis mucha gente está desesperada y se ve obligada a guardar sus reservas de orgullo a buen recaudo para sacarlas cuando vengan tiempos mejores. Por eso, Clio Almansa, una joven de 25 años del municipio catalán de El Masnou, y medio centenar de aspirantes a un puesto de comercial en Ecoline 2010 -una firma de aspiradoras de Mataró- accedieron a abalanzarse sobre el billete que uno de los responsables lanzó al aire después de avisar de que sería para quien lo pillase. Ella, según cuenta, salió de aquella "avalancha" sin el dinero, pero con una vértebra rota, una lesión en el hombro y la dignidad muy contrahecha. "Fue muy heavy", resume la afectada, que se siente humillada.
Clio acudió en octubre de 2012 al proceso de selección organizado por la empresa, que convocó a los candidatos a un curso de motivación de varias jornadas en el que los aspirantes, entre otras cosas, eran sometidos a una prueba bajo condiciones de estrés, como música a todo volumen o luces de colores.
El segundo día del curso, tras una clase de motivación, el responsable del proceso de selección dividió a los candidatos en tres grupos -dos de veinte y un tercero con 7 u 8 mujeres- y tuvo la brillante idea de lanzar al aire el billete de 50 euros para comprobar quién lo agarraba antes. Claro, porque todo el mundo sabe que para vender aspiradoras es muy importante saber arrebatarle un billete a un compañero.
Los candidatos se abalanzaron sobre el billete y, en el tumulto, Clio Almansa sufrió varias lesiones. Después de ese desenlace, la empresa le hizo un contrato indefinido con período de prueba, aunque la joven no pudo acudir a trabajar por estar de baja. Así que, quince días después, Almansa recibió una carta de la firma que se le comunicaba que había sido despedida, sin ni siquiera haber empezado a trabajar, por no haber superado el período de pruebas establecido en el contrato. Pero lo que peor ha sentado a la joven es que la compañía "ni ha hecho seguimiento de la baja, ni ha mostrado ninguna sensibilidad, ni se ha disculpado, ni se ha arrepentido". Por eso ha iniciado acciones legales. La joven ha denunciado a la firma con la esperanza de que su iniciativa sirva para impedir abusos y vejaciones en ese tipo de concursos. La querella, presentada por su abogado, Daniel Salvador, pide que se lleve a juicio a la empresa contratante por lesiones imprudentes y vejaciones injustas durante la prueba en que resultó herida, ya que debido a las lesiones que sufrió tuvo que estar dos meses de baja con un corsé ortopédico y finalmente fue descartada por no superar el período de prueba para el empleo. "Hay empresas que se están aprovechando de la necesidad de la gente", alerta la joven.
¿El juego del billete se trata de un caso aislado? El abogado de la joven, Daniel Salvador, cree que no. Afirma que las vejaciones no son extrañas en los procesos de selección de personal, pero normalmente acaban como una anécdota que no trasciende el entorno de la víctima, por lo que los abusos "suelen quedar en nada". De hecho, opina que, "posiblemente, si Clio Almansa no se hubiera hecho daño en la prueba esto también habría quedado en una anécdota".
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