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S. CARRACEDO
Miércoles, 22 de enero 2014, 20:02
Este lunes, una mujer de 88 años fue la última víctima en Euskadi de un robo por el método del abrazo. Ocurrió en Vitoria. Y hace un mes una joven también utilizó el mismo procedimiento para hacerse con el reloj de su víctima en Licenciado Poza, en pleno centro de Bilbao. Y en la localidad vizcaína de Zaldibar engañaron a una persona fingiendo un golpe con el coche y pidiéndole dinero con un embrollo de seguros. No son episodios aislados: el pasado año se produjeron varias estafas en las calles vascas por el engaño de la firma y la Ertzaintza detectó al menos cinco casos del timo del accidente. Son los nuevos recursos que los timadores utilizan para conseguir dinero fácil.
Mientras los 'clásicos' como el tocomocho y la estampita siguen vigentes, porque invariablemente cada año se registran denuncias, los estafadores agudizan su ingenio para innovar la forma de robar sin levantar sospechas, aunque algunos 'golpes' acaban en robos con violencia si la víctima no entra al trapo. Tampoco son nuevos el 'wash wash', los billetes tintados o el timo nigeriano que, como casi todas estas estafas, se aprovechan de la debilidad, la inocencia o la codicia humana. Y también de la sensación de miedo y vergüenza a identificarse como víctima. De hecho, este es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los cuerpos policiales en la lucha contra este tipo de delitos, ya que si no hay denuncia no hay investigación.
El timo del abrazo
La excusa cambia en función del momento. Una firma en apoyo a una determinada causa o el gran parecido con un familiar es el pretexto para que timador y timado se fundan en un abrazo. Momento que es aprovechado por el delincuente para robar algunas joyas o la cartera. Este lunes, una mujer vitoriana de 88 años se topó a la salida de un ambulatorio de la ciudad con una joven que dijo ser "nieta de una amiga" de la anciana. Tras tomarla de la mano y abrazarla, a pesar de la negativa de la víctima, logró robarle algunas joyas y huir del lugar.
En Bilbao, el mes pasado, se produjo otro caso, esta vez, frustrado. Trabajadores de un comercio ubicado en la calle Licenciado Poza informaron a la Ertzaintza de que tenían retenidas en el comercio a dos personas que acababan de cometer un robo. El suceso se había iniciado una supuesta delincuente acercándose a una mujer y abrazarla para sustraerle el reloj aprovechando el desconcierto. A continuación, salió del local. La testigo y la víctima siguieron a la supuesta ladrona hasta un comercio, en el que ésta contactó con su pareja e intentó esconderse de sus perseguidoras. Con la ayuda del personal del establecimiento, consiguieron retener a ambas personas y avisar a la Ertzaintza.
Responsables policiales recuerdan a la ciudadanía la necesidad de informar a nuestros mayores de este tipo de robo, aconsejarles que no lleven objetos de valor a la vista y de dar la alarma de inmediato en caso de observar alguna práctica de este tipo.
El engaño de la firma
Este procedimiento tiene sus variantes. En una de ellas, los estafadores piden a la persona elegida, generalmente ancianos, que firmen en apoyo a una determinada causa. Cuando sacan el DNI para indicar el número, los ladrones aprovechan para robarle la cartera o el dinero y salir corriendo.
El pasado noviembre la Policía Nacional detuvo a dos rumanos que cometieron en Euskadi varios delitos de robo con violencia y hurtos a personas de avanzada edad. La banda enviaba a dos mujeres que decían pertenecer a una asociación y que necesitaban firmas de apoyo para su causa. Cuando el anciano había firmado, recibía un abrazo con el objetivo delictivo real de sustraerle la cadena de oro que pudiera llevar colgada, la cartera o las llaves de casa. En caso de no firmar, se le abrazaba igualmente y con el mismo fin, argumentando su supuesto gran parecido con la abuela de una u otra integrante de la banda.
Además, si la víctima era un hombre, una de las dos mujeres del citado grupo se le insinuaba, buscando su distracción para poder sustraerle el reloj o la cadena. Cuando alguna de las víctimas ofrecía resistencia, ambas mujeres hacían uso de la violencia ayudadas por otros miembros de la banda situados en las inmediaciones. La denominada 'operación abrazo' esclareció, al menos, diez robos con violencia y hurtos, y se intervino un vehículo en cuyo interior fueron localizados diferentes documentos, prendas de vestir, teléfonos móviles, joyas y otros efectos. En otras ocasiones, no consiguen llevarse nada. Sobre todo, si los ciudadanos empiezan a tener sospechas y las transmiten a los agentes, como ocurrió en Getxo hace año y medio cuando dos chicas que portaban carpetas fueron identificadas por intentar desplumar a los vecinos. No les dio tiempo de hacerlo.
El timo del accidente de tráfico
La Ertzaintza alertó en noviembre de la aparición de un nuevo timo detectado en Euskadi, del que durante 2013, al menos, se registraron cinco casos, uno de ellos en la localidad vizcaína de Zaldibar. Las víctimas predilectas eran conductores de avanzada edad. En los casos registrados en el País Vasco, dos delincuentes fingen ser ciudadanos franceses y simulan un pequeño choque con otro vehículo por lo que reclaman al conductor una cantidad de dinero en concepto de reparación por los daños sufridos.
Uno de los dos estafadores informa a la víctima que su coche le ha ocasionado desperfectos en el vehículo y realiza una supuesta llamada al seguro. Acto seguido le pasa el teléfono a la víctima para que hable con el otro cómplice que se hace pasar por un trabajador de la compañía de seguros, quien le indica que debe realizar un abono en metálico de entre 500 y 2.500 euros y que luego se le reembolsará. El argumento que utiliza el estafador para justificar el abono de esa cantidad es que los seguros en Francia funcionan de esa manera.
La Ertzaintza no descarta que se hayan producido más casos ya que cabe la posibilidad de que las víctimas no sean conscientes de haber sido estafadas. Por este método consiguieron sacarle más de 5.000 euros a sus víctimas, por lo que la Policía vasca recomienda a quienes tengan un accidente de tráfico que no entreguen nunca dinero de forma anticipada y que soliciten la presencia de la Ertzaintza para verificar los daños, la documentación y los seguros de los implicados en el accidente.
El del atropello
En este timo, el estafador se abalanza sobre un coche en un semáforo o paso de cebra y finge haber sido atropellado. El conductor se baja para socorrer al timador que consigue una determinada cantidad de dinero para evitar la denuncia. A veces, un compinche del timador, aprovecha la situación y el nerviosismo de la víctima para sustraerle la cartera o robar en el interior del vehículo.
El del alquiler
Este engaño consiste en que el timador alquila un piso con nombre falso y lo realquila a toda persona que pague las dos mensualidades de fianza que establecen en un contrato ficticio. En ocasiones, la estafa ha llegado a alcanzar a una docena de personas para un mismo piso en apenas unos días.
Por email, SMS y WhatsApp
Pero no todos los timos encuentran entre los más mayores a sus víctimas. Algunos de los engaños de nuevo cuño no hacen distinción por edades. No es nuevo el timo de la llamada teléfonica o la carta comercial, con su variante por correo electrónico o mensaje de texto vía móvil, en el que la víctima ha conseguido supuestamente un valioso premio tras haber ganado un sorteo o porque una empresa ha decidido hacerle un regalo.
La estafa llega cuando la víctima quiere cobrar su regalo y llama, a un número de pago, en el que le informan de una convocatoria a una presentación comercial de determinado producto y cuya asistencia es indispensable para recibir el obsequio, que, por supuesto, no llega nunca sin desembolsar antes un precio mayor. Es habitual 'ganar' varias noches de hotel en temporada baja con la condición de abonar la comida, la cena y unos supuestos gastos de gestión o pagar unos altos gastos de envío para confirmar la recepción de un "fantástico regalo".
La semana pasada EL CORREO informó del timo del 'whatsapp' denunciado por Facua. El cebo es un mensaje de SMS de un número desconocido que, por su redacción, les induce a pensar que se trata de un conocido que tiene problemas para contactar con ellos por 'whatsapp'. Si la víctima accede a ayudar al supuesto amigo se suscribe a un servicio de SMS premium por el que el titular del móvil recibirá mensajes sms por los que le cobrarán entre 1,2 y 7 euros cada uno.
El virus de la Policía
También en el capítulo de la nuevas tecnologías consta el conocido como 'virus de la Policía'. El ordenador de la víctima es infectado por un virus informático en el que aparece un supuesto mensaje de la Policía por haber cometido una "actividad ilegal". Para "quitar el bloqueo del ordenador", que no permite trabajar con normalidad, es necesario pasar por una plataforma de pago para desembolsar una cantidad de dinero.
A esta pequeña lista, se suman un sinfín de timos que realzan la capacidad de los timadores para analizar y aprovechar las fisuras de la sociología humana. A los mencionados se suman el de la silicona en los cajeros automáticos, el del lazo libanés, el del e-mail y la tarjeta Visa, los duplicados de banda magnética, el timo del nazareno, el del billete marcado o la venta piramidal. Todos ellos comparten una característica común: se ceban en una zona y luego desaparecen para empezar a desarrollarse en otra. Para evitar que el boca a boca y el trabajo policial les desbarate los planes.
Ante este catálogo de timos, que se actualiza e innova de forma permanente, los diferentes cuerpos policiales han diseñado una guía de consejos para evitar que la población caiga en este tipo de engaños. Huir de cualquier promesa de dinero fácil, sobre todo, si ésta nace de la calle o de la casualidad, es el primero de ellos. A él se suman evitar las pequeñas inversiones que prometen hacerse millonario, regalos y premios sin haber participado en ningún sorteo o concurso y avisar a la Policía en caso de accidente, atropello o de observar abrazos a discreción a ancianos.
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