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MARÍA JOSÉ CARRERO
Sábado, 19 de octubre 2013, 10:45
A menos expectativas, menos embarazos. El pesimismo sobre el futuro ha invadido de tal manera la forma de ver la vida que la ya prolongada crisis económica está provocado una caída de la natalidad en todo el Sur de Europa. Este desinterés por engendrar un hijo está llevado a numerosos hombres a pedir la esterilización. "La demanda de vasectomías en Euskadi se ha acentuado desde que empezó la crisis", asegura el jefe del servicio de Urología del hospital de Cruces, Antón Arruza. Añade que se trata de un fenómeno a nivel mundial al que el País Vasco no es ajeno.
Es más, el prestigioso urólogo resalta que se está produciendo «un rejuvenecimiento» del perfil de los varones que solicitan la intervención. "Antes hablábamos de un hombre de unos cuarenta años. Ahora estamos en un joven que está en la treintena e, incluso, nos llegan casos de más jóvenes. La edad se ha anticipado debido a la crisis. Sin duda", asegura el experto.
En la misma línea, el presidente de la Sociedad Vasca de Urología, Javier Extramiana, considera "un fenómeno a estudiar" el hecho de que chicos jóvenes "tiren la toalla" de la paternidad a edades tan tempranas. Al igual que su colega de Cruces, este especialista del Hospital Universitario de Álava (HUA) no entiende esta determinación por un método anticonceptivo "definitivo". Y es que, frente a la creencia generalizada, la reversión de una vasectomía no es siempre posible. No es tal fácil como se cree.
A mayor demanda, más lista de espera. Como es lógico, la Sanidad pública vasca da prioridad las intervenciones urológicas urgentes. "Está muy claro: un cáncer no puede esperar. Una vasectomía, sí", dice Extramiana. Esto explica que la espera para esterilizarse en Álava supere los seis meses. De los otros dos territorios, no hay datos debido a que en Bizkaia y Gipuzkoa la mayoría de las vasectomías se subcontratan con centros privados. De hecho, Osakidetza sólo tiene registradas 1.305 intervenciones en 2012, cuando la cifra es muy superior.
Embarazos no indemnizables
¿Debe la Sanidad pública financiar estas operaciones? Los médicos se reservan la opinión. "Eso es una decisión política", se limitan a decir. Pero el debate está sobre la mesa desde hace meses. El pasado año, cuando el Ministerio de Sanidad adoptó una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud planteó que se dejara de financiar la vasectomía, salvo en casos de existencia de una patología o por la posibilidad de transmitir a la descendencia una enfermedad grave. De momento, sigue siendo una prestación pública, pero está por ver por cuánto tiempo,
La popularidad de esta técnica quirúrgica urológica -se realizan más de 70.000 intervenciones anuales en España- radica en su sencillez y efectividad. Cortar los conductos que llevan los espermatozoides desde los testículos a la uretra no lleva más de cuarenta minutos, se realiza con anestesia local y no requiere ingreso hospitalario. Su eficacia es casi del 100%.
Pero la naturaleza humana no es como las matemáticas. Puede haber fallos. De hechos los hay, aunque en una tasa inferior al 1%. Esto significa que puede haber una gestación no deseada, a veces años después de realizada la intervención. La Sanidad pública y privada lo saben y se curan en salud. "Los consentimientos que firman los pacientes están tan detallados que las reclamaciones por embarazo no tienen posibilidad de éxito. La gestación de un hijo no deseado no da derecho a percibir una indemnización compensatoria", advierte el abogado bilbaíno experto en negligencias médicas Carlos Gómez Menchaca.
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