Salto al vacío desde el Puente Colgante

Ya no hará falta viajar muy lejos para sentir la sensación de saltar al vacío. El Puente de Bizkaia se convertirá en un atractivo trampolín desde mañana, con su nueva oferta: el 'goming'. La empresa de turismo activo y animación de eventos y fiestas Ojo Guareña Aventura asistirá a todo aquel que quiera sentir un torrente de adrenalina por las venas precipitándose desde el coloso de hierro.

Los valientes se lanzarán desde la pasarela peatonal, a 45 metros de altura, en un deporte similar al 'puenting' que consiste en tirarse al vacío sujetándose únicamente con una goma atada al cuerpo. La diferencia entre ambos radica en que en el 'goming' o 'bungee jumping' el salto es «vertical» y en el otro es «pendular». La modalidad elegida no obliga a parar el transbordador. En el 'puenting' no es posible que el saltador caiga recto, ya que la cuerda debe rodear los raíles de la estructura. Con la goma, por su elongación de hasta cuatro veces la medida inicial, puede hacerlo verticalmente sin que el puente se vea forzado a detenerse.

De momento, la intención es que cada sábado se acoja a ocho aspirantes, bajo reserva. El número es limitado para que la barcaza pueda seguir transportando a sus viajeros con normalidad y no interfiera en su tránsito habitual. «Vamos a dinamizar el Puente. Hasta ahora ha sido un medio de transporte y un reclamo turístico; pero también queremos que la gente se acerque a él para disfrutar de una manera innovadora. Y como el propio puente es innovador, ofertamos actividades acordes a esa peculiaridad. No hay 'goming' en 300 kilómetros a la redonda», relata el leioztarra Txus Riezu, gerente de la compañía. Fuentes del Puente Colgante han confirmado el proyecto, aunque puntualizan que seguirán adelante con la iniciativa «mientras tenga acogida». «Existe un interés, pero primero hay que ver cómo funciona y si hay demanda para convertirse en una actividad habitual», subrayan.

Cien euros por salto

El precio de cada salto será de 100 euros por persona. Riezu explica que la actividad en sí genera «mucho coste»: «Se utilizan materiales muy específicos que cuestan un pastizal, porque es muy importante que estén en las mejores condiciones. Además, los usuarios estarán atendidos por dos monitores en la pasarela y una zodiac con un patrón y un socorrista esperando en el agua», enumera. El especialista alienta a probar la emoción de lanzarse y la describe como una sensación de «libertad e incertidumbre» a la vez. «Animo a hacerlo a todas las personas que quieran vivir una experiencia única e irrepetible. Además, con el valor añadido de tirarse desde el Puente Colgante», subraya, tras garantizar que «esta actividad es más segura que conducir, e incluso que patinar; siempre y cuando todo esté en perfectas condiciones».

No es la primera vez que la centenaria estructura acoge saltos de este tipo. El pasado 29 de mayo, un especialista saltó tres veces con motivo de un anuncio publicitario. La productora Filmmaster eligió a Ojo Guareña para realizar una escena muy particular dentro de la campaña internacional de promoción de un nuevo coche. La idea que barajaban los creativos era intercalar varias secuencias en la que se viera a jóvenes viviendo diversos momentos espectaculares. Esa fue la primera y única vez que alguien saltaba desde el coloso. Pero no iba a ser la última. Inmediatamente después, comenzó a modularse el proyecto que echará a andar antes de que acabe el mes.