Pena de 20 años en un psiquiátrico para el acusado de la cacería de Santutxu

Bijan Alizadeh, el ciudadano iraní acusado de matar a cuchilladas a un profesor jubilado y de herir a otras seis personas en el barrio bilbaíno de Santutxu ha sido condenado a 20 años de internamiento psiquiátrico, tal y como ya había adelantado EL CORREO el pasado 7 de junio.

La Audiencia Provincial de Bizkaia, atendiendo al acuerdo alcanzado entre las partes, ha absuelto al acusado de un delito de homicidio en grado de consumación y de seis delitos de homicidio en grado de tentativa como consecuencia de la aplicación de eximente completa de anomalía psíquica.

Al acusado se le prohíbe además acercase a las víctimas, a las que deberá indmenziar con un total de 58.500 euros, mientras que al Hospital de Basurto deberá abonar más de 16.500 euros por los gastos de asistencia sanitaria prestada.

Alizadeh, iraní de 33 años, estaba en situación irregular en España y no tenía antecedentes penales. A las 9.25 de la mañana del 14 de noviembre del 2011 se montó en el metro en la Plaza Moyua, donde intentó entablar conversación con dos personas.

Estas se bajaron en la estación de Zabalbide, las siguió, y cuando le pidieron que les dejara en paz, dio un puñetazo a la mujer, extrajo un cuchillo de cocina de 14 centímetros que tenía guardado y asestó varias cuchilladas al hombre.

"Os voy a matar a todos"

Después acuchilló a la mujer y a varias personas que acudieron en su auxilio. Comenzó a caminar por la calle esgrimiendo el cuchillo al tiempo que profería expresiones como "habéis matado a mi familia y ahora os voy a matar a todos". En su recorrido Alizadeh apuñaló a más personas y asestó siete cuchilladas a Kepa Mallea Olaetxea, que le causaron la muerte en el acto.

La sentencia recoge que en el momento de la comisión de los hechos, Bijan Alizadeh, enfermo psicótico, presentaba una sintomatología productiva florida de carácter delirante que anulaba sus capacidades cognitivas y volitivas.

El Ministerio Fiscal y la acusación particular coincidieron en pedir como medida de seguridad el internamiento del acusado por el tiempo de 20 años en un centro psiquiátrico adecuado para tratar su enfermedad, del que no podrá salir sin autorización del tribunal.