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'CASO NÓOS'

Un abogado de órdago

El penalista catalán González Peeters, que ejerce la defensa de Torres, es el estratega que ha puesto en jaque a la Casa Real

JOSÉ MARÍA REVIRIEGO

Lunes, 8 de abril 2013, 20:51

El penalista barcelonés Manuel González Peeters se ha convertido en la revelación de la instrucción del 'caso Nóos'. Este letrado de gesto serio y esquivo con la Prensa ejerce la defensa de Diego Torres, el exsocio de Iñaki Urdangarin, y se ha destapado como el auténtico cerebro de la estrategia que ha puesto en jaque a la Casa Real con la imputación de la Infanta Cristina. Como abogado de Torres, implicado en el mismo escándalo por presunta malversación de caudales públicos, González Peeters ha encontrado un filón en los más de 200 correos electrónicos que su cliente supo guardarse como oro en paño sobre su relación empresarial con el duque.

El letrado avisó a principios de año de que tenía en su poder información comprometedora de tal calibre que podía soltar «una bomba atómica» sobre La Zarzuela. Tres meses después ha demostrado que no iba de farol. El órdago definitivo lo lanzó en la última partida de "mails" remitida al juez instructor, José Castro. En ella tira de la manta y revela que la hija menor del Rey estaba presuntamente al tanto de la gestión del Instituto Nóos desde su origen. Castro ha terminado por citarla a declarar el 27 de abril por «cooperación necesaria», aunque la vista ha sido aplazada tras la presentación de un recurso por parte de la Fiscalía Anticorrupción.

El abogado catalán asume con beligerancia la defensa de Torres, pese al riesgo de verse retratado como un irreverente. «Os pasáis. ¡Qué "pesaos"! Sois muy pesados », ha llegado a espetar a la Prensa. González Peeters se ha mostrado mordaz en los juzgados de Palma de Mallorca. Uno de sus argumentos centrales, al menos hasta ayer, era exigir al juez Castro el mismo trato para la mujer de Urdangarin que para la esposa de Diego Torres, la imputada Ana María Tejeiro. De hecho, ha llegado a recordar en sus incendiarios escritos que la Infanta Cristina estaba siendo exculpada, pese a ser la propietaria del 50% de Aizoon, la inmobiliaria supuestamente utilizada para vaciar las cuentas de Nóos.

Ironía sobre el safari

Incluso, ha tirado de ironía para encarar el caso cuando el Rey Juan Carlos se rompió la cadera en el safari de Botsuana. Para quejarse de un eventual trato de favor hacia Cristina de Borbón por su falta de imputación, escribió: «La esposa de Urdangarin ha quedado ajena a estos lances. Permítasenos el símil con la caza, tan en boga de un tiempo a esta parte».

En paralelo, González Peeters ha sido el abogado del teniente de alcalde de Lloret de Mar, Josep Valls, imputado por su presunta relación con una mafia rusa que habría blanqueado 56 millones. Valls quedó en libertad en enero con la prohibición de salir de España. El mismo letrado representó en 1997 al empresario Antonio Alcahud, que denunció irregularidades en la adjudicación del búnker de La Moncloa.

Sin embargo, el 'caso Nóos' es el que más relevancia le ha dado. En este proceso ha utilizado los "mails" para presionar a la Corona con el fin de librar a Diego Torres de la cárcel y de perder su patrimonio. Cuando Urdangarin se negó a pagar la fianza a su exsocio, González Peeters buscó chantajear al Rey al airear los correos que vinculaban a su amiga Corinna Sayn-Wittgenstein con el Instituto Nóos. En este tiempo, Torres denunció al juez un intento del abogado del duque, Mario Pascual Vives, para comprar su silencio a cambio de dinero, un trabajo en el extranjero y el pago de su defensa si se responsabilizaba de todo. Tras fracasar esa vía, negada por Pascual Vives, el letrado de Torres ha filtrado la información que presuntamente involucra a la Infanta Cristina con los negocios de su marido.

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