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OSKAR L. BELATEGUI
Miércoles, 5 de diciembre 2012, 12:56
El programa estrella de la temporada bate récords de audiencia en su canal y colapsa las redes sociales cada jueves. En 'Pesadilla en la cocina', Alberto Chicote recorre los restaurantes más desastrosos del país y logra reflotarlos con su asesoramiento. Sus formas de sargento chusquero y el espeluznante panorama que se encuentra en las cocinas han brindado enorme popularidad al prestigioso cocinero, que hasta ahora carecía de tirón mediático. Alguna de sus emisiones ha superado el 15% de audiencia con más de 3 millones de espectadores, unas cifras insólitas para La Sexta.
En el programa de este jueves -grabado en junio- Chicote recala en la comunidad autónoma con más chefs de tres estrellas Michelín: Euskadi. Un restaurante bilbaíno, La Reina del Arenal, es el objetivo de su concienzudo examen. «Será uno de sus retos más complicados», anuncia la página web del espacio. «Los empleados a los que Chicote tratará de ayudar no atienden a sus consejos e incluso dudan de la profesionalidad y el criterio de nuestro codiciado chef». La misma opinión también la comparten los dueños, que han intentado en vano impedir la emisión del espacio. Sus acusaciones van del incumplimiento de contrato a censurar la conducta homófoba de la estrella televisiva que dará las Campanadas en La Sexta.
¿Se puede denunciar la falta de veracidad de un 'reality show'? Álex Hernández y Arnaldo Jiménez regentan desde hace ocho años La Reina del Arenal y su establecimiento anexo, Opila, en la calle Sendeja, una panadería-bistró-cafetería en una privilegiada situación frente a la Ría. El pasado verano contestaron a un anuncio de televisión que solicitaba restaurantes en apuros. «Nosotros teníamos problemas con el personal, queríamos hacer un reciclaje de la plantilla», recuerdan los propietarios. «Investigamos otras posibilidades de asesoramiento gastronómico pero se nos disparaban los precios. Optamos por Chicote, sin saber que el programa era una manipulación y una farsa».
El equipo de 'Pesadilla en la cocina' desembarcó en Bilbao el pasado junio (los diez capítulos de esta primera temporada ya están grabados, informan desde su productora, Eyeworks-Cuatro Cabezas). «Ya en la grabación nos dimos cuenta de que todo era teatro», apunta Álex Hernández. Durante una semana se filmaron las peleas de Chicote con la cocinera, que según adelanta el tráiler llegaron a las manos. «A ti te respeto, pero no a tu comida», le espeta el chef mientras escupe un bocado.
Los propietarios de La Reina del Arenal se sorprendieron por la existencia de un guion (como en cualquier 'reality' que se precie). Aseguran que el asesoramiento se limitó «a un puñado de fotocopias» y juran que Chicote ni siquiera cocina los platos que aparecen al final: «Una merluza con salsa de bote y unas gildas». Salir en el espacio solo les ha causado perjuicios. «Juegan todo el rato con el factor sorpresa. Nos echaron del restaurante durante tres días y hubo que mantenerlo cerrado. Y todos los cambios que hicieron en la decoración fueron una chapuza que ha habido que arreglar. Había elementos que ni siquiera cumplían la normativa de accesibilidad».
«Es un pedazo de pan»
Más allá del coste económico o la posible publicidad negativa, a Álex Hernández y su compañero le duelen los comentarios homófobos que, según ellos, realizó Alberto Chicote. «Me llamaba 'cara de niña' y me decía que seguro que me metía cualquier cosa en la boca», acusa Álex Hernández. Su abogada, Marina Muñoz, considera especialmente graves estas acusaciones: «Se mete con la condición sexual de mi cliente, por lo que hablamos de derechos fundamentales recogidos en la Constitución».
La única persona que puede paralizar la emisión de un programa es un juez, por lo que todo hace prever que 'Pesadilla en la cocina' se emitirá este jueves. De momento, los abogados del restaurante se han puesto en contacto con los de la productora para advertirles de que interpondrán una demanda por incumplimiento contractual. «Alegaremos que se ha trastornado la realidad, porque ellos consiguen que entres en su juego». Al habla con este periódico, Alberto Chicote no quiso hacer declaraciones porque su contrato le impide comentar un programa antes de que se emita. La misma cláusula de confidencialidad rige para los participantes del espacio.
«'Pesadilla en la cocina' garantiza una ayuda cualificada para restaurantes con problemas», contestan desde el departamento de comunicación de La Sexta. «Lo que no garantiza es que se sigan estas pautas después de irse Chicote. Pero buscar culpables es humano». La cadena tacha de «disparatadas» las acusaciones de homofobia. «Chicote puede ser brutote, mal hablado y lenguaraz, pero es un pedazo de pan como sabe todo aquel que le conoce». La cadena recuerda en todo momento que los participantes «han firmado un contrato voluntariamente».
La productora del programa, Eyeworks-Cuatro Cabezas, explica que son los propios locales los que se ponen en contacto con ellos para solicitar la ayuda de Chicote, aunque también realizan un casting si se enteran de que algún establecimiento tiene dificultades. Desde La Sexta reconocen que hubo problemas en el restaurante mexicano 'El Último Agave', de Barcelona, donde apareció un ratón muerto en el friegaplatos y su dueña acusó al equipo de haberlo puesto ahí. Otros locales, como el madrileño 'El Gusto es Nuestro', han aumentado su clientela tras 'sufrir' la pesadilla de Chicote.
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