El puro de Rajoy en Nueva York

A los cerebros que han diseñado la estrategia del Gobierno para mejorar la imagen de España en el extranjero y que incluye el viaje del presidente, Mariano Rajoy, a Nueva York les ha salido el tiro por la culata. Esta mañana, la fotografía del dirigente fumándose con deleite, casi con éxtasis, un puro mientras pasea por la Sexta Avenida junto a su séquito de colaboradores, ha levantado ampollas tras hacerse pública en medios escritos y en Internet, que hierve con comentarios -humorísticos algunos, pero inflamados de indignación la mayoría- sobre la polémica fotografía, que ven como la viva estampa de la despreocupación y, por tanto, una bofetada a los ciudadanos en plena crisis. Sobre todo, después de que en los últimos días el asedio al Congreso y el órdago soberanista del presidente catalán Artur Mas hayan caldeado el ambiente, aún hoy más tenso después de saberse que la prima de riesgo vuelve a acosar a España, de nuevo al borde del rescate.

El autor de la foto es Jonan Basterra, que en su Twitter se define como "periodista, friki, adicto a Internet, navarro y fotógrafo", que estaba ayer en la Gran Manzana de vacaciones cuando se topó de bruces con la escena. Y, claro, como buen profesional, no dejó escapar la ocasión de inmortalizarla. Eran las seis de la tarde cuando Basterra, que estaba sentado junto al Radio City Music Hall, tuvo su particular 'aparición mariana'. Allí, frente a sus ojos, en una de las zonas más concurridas de Manhattan, estaba Rajoy junto al embajador español en Washington, Ramón Gil Casares, su jefe de gabinete Jorge Moragas, su responsable de prensa Carmen Martínez Castro y un enjambre de escoltas. Y no estaba sin más, no, lo cual ya hubiese sido una sorpresa. Se encontraba disfrutando de un buen puro. Así que apuntó y con sólo pulsar el botón de su cámara hizo la que hoy es la foto del día. Hoy en la red todo eran felicitaciones para Basterra y lo contrario para el presidente.

"Situación fascinante"

En el momento de la 'pillada', Rajoy se dirigía a la sede de la ONU para pronunciar su discurso ante la Asamblea General tras abandonar la sede neoyorquina del 'Wall Street Journal', donde los anfitriones, un grupo de periodistas conservadores, le encontraron "relajado y animado", según publicó el propio periódico. "Es una situación fascinante ésta que estoy abordando", les acababa de comentar el presidente, muy metido en su campaña neoyorquina para recuperar la credibilidad de España. El adjetivo para describir el trance que atraviesa el país tampoco ha sido escogido con mucho acierto, a juzgar por los airados comentarios de los internautas. Con tan desafortunada frase, quizá habría que pensar que lo del puro, más que una falta de tacto, ha sido una cortina de humo.