Fallece Juan Mari Urdangarin, padre del duque de Palma

Juan María Urdangarin, padre del duque de Palma, falleció ayer en Vitoria a los 79 años como consecuencia de una grave enfermedad que padecía desde hace meses. Ingeniero vinculado durante toda su vida al sector químico y al financiero, fue presidente de Caja Vital entre 1996 y 2000. Mañana, 12 de mayo, se celebrará una misa en su recuerdo en la basílica de San Prudencio, de Armentia, no muy lejos de su residencia.

El empeoramiento del estado de salud del patriarca de la familia vasca que emparentó con la Casa Real se produjo casi de forma paralela al estallido del escándalo que afecta todavía a su hijo Iñaki, el antaño deportista modelo -casado con la infanta Cristina- que ahora se enfrenta a serias imputaciones judiciales por supuestas irregularidades para su enriquecimiento personal. Poco se sabe del grado de conocimiento que Juan María Urdangarin ha tenido estos meses de las noticias que los medios han publicado sobre las actividades del yerno de los Reyes, pero es una evidencia en Vitoria que sus allegados han sufrido por partida doble.

El empresario, nacido en Zumarraga (Gipuzkoa) y casado con la aristócrata belga Claire Liebaert, estuvo ligado durante buena parte de su vida a la industria química, en particular a la compañía Fuchs; un trabajo que le llevó a residir en Barcelona hasta 1980, cuando se instaló en Vitoria para formar parte de la compañía como consejero delegado. Urdangarin encontró en la capital alavesa una ciudad amable y sencilla donde instalarse y ver crecer a sus siete hijos, que le han dado 25 nietos. De raíces nacionalistas, el padre del duque de Palma fue elegido por el PNV para presidir la Caja Vital a mediados de la década de los 90, un cargo que desempeñó hasta el año 2000 con no pocas dificultades. Protagonizó fuertes enfrentamientos con los representantes de los trabajadores y también con algunos sectores de su propio partido, que le dejaron solo cuando tuvo una agria polémica con el exalcalde de Vitoria del PNV José Ángel Cuerda.

En su relación con la Casa Real, Urdangarin siempre se refirió con palabras de amabilidad al Rey, la Reina y el Príncipe de Asturias, pero mostró un especial cariño hacia Doña Sofía y Don Felipe. Siempre destacó "las facilidades que da la Familia Real, que hace las cosas muy llevaderas y agradables. Son normales y hay que comportarse con ellos como gente normal, nada más", señaló en una ocasión. Sobre el Príncipe de Asturias, dejó dicho que "es encantador, muy sencillo. Una buena persona. Creo que tendrá éxito". Sobre la Reina, "a la que estimo muchísimo", que "también es una gran persona" que "siempre" les ha hecho "las cosas agradables y fáciles". También sobre Doña Letizia trasladó buenas impresiones.

La salud de Juan Mari Urdangarin ha sido muy delicada en los últimos meses; tanto que, pese a la "recomendación" de La Zarzuela de no pisar suelo español, su hijo Iñaki se ha "escapado" alguna vez de su residencia en Washington para ver a su padre, el hombre al que llamaba después de cada partido de balonmano y el que trató de inculcarle los valores cristianos en la misa del domingo de los Marianistas, el colegio donde estudió tercero de BUP y COU. La última de esas escapadas tuvo lugar el pasado martes, cuando voló a Bilbao para acudir al domicilio familiar, un piso amplio pero sin lujos en una buena zona residencial de la capital alavesa.