

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
JULIO ARRIETA
Lunes, 2 de abril 2012, 15:04
Peñafiel, situada a unos 56 kilómetros al este de Valladolid, es uno de los núcleos turísticos más atractivos de la provincia y el principal imán de visitantes es su impresionante fortaleza. Su castillo figura en los libros como uno de los más bonitos de España y no es una exageración ni un tópico. Peñafiel fue una localidad fronteriza durante buena parte de la Edad Media. Musulmanes y cristianos se la disputaron y arrebataron mutuamente, muy a menudo por las malas. Quizá el señor más conocido de la fortaleza sea don Juan Manuel, el autor de 'El conde Lucanor', que recibió en herencia el castillo y la población, pero el aspecto actual del edifico no se debe a personaje tan literario, sino a don Pedro Girón, maestre de la orden de Calatrava, que lo recibió de Enrique IV a mediados del siglo XV.
El de Peñafiel es uno de los llamados 'castillos de sierra'. Es una enorme fortaleza gótica cuyo perfil y planta siempre se compara con el de un barco, un simil que parece muy acertado cuando el visitante lo descubre a la vuelta de una curva si llega desde Aranda de Duero. Si el 'avistamiento' se produce en una mañana de niebla la impresión está garantizada. El edificio es imponente. Mide 200 metros de largo y en su punto más ancho alcanza los 35. La torre del homenaje tiene 34 de altura y 20 por 14 de planta. Una curiosidad: este castillo no tiene ni una sola escalera de caracol. Lo que sí tiene son dos mazmorras en sendos torreones cuyos nombres describen muy bien el carácter de la justicia medieval: se llaman 'ahítepudras'.
Ahora la fortaleza es la sede del Museo Provincial del Vino. Abierto en 1999, ocupa un edificio encajado en uno de los dos enormes patios de armas del castillo. El museo presenta de forma muy didáctica una historia del vino desde su afortunado descubrimiento, allá por el Neolítico, hasta la actualidad y en él se describen al detalle las técnicas de elaboración y embotellado. Lo bueno de los museos enológicos es que al final se puede degustar parte de la 'obra expuesta'. El de Peñafiel no es la excepción y dispone de una estupenda sala de cata que puede servir de prólogo a la visita de una o varias bodegas, de entre las que destaca la veterana de Protos, fundada como cooperativa en 1927 y origen de lo que a partir de 1982 será la Denominación de Origen Ribera del Duero. De Protos se pueden visitar la bodega antigua, que penetra en el monte sobre el que se alza el castillo, y la nueva, una construcción ultramoderna que lleva la firma del arquitecto Richard Rogers.
La plaza del Coso
Además del castillo y las bodegas, Peñafiel tiene varios monumentos de interés. El más llamativo no es un edificio, sino un espacio abierto: la plaza del Coso, creada en la Edad Media para celebrar festejos taurinos, función que conserva en la actualidad. Está conformada por una cincuentena de casas antiguas, muchas de las cuales lucen bonitas fachadas de madera de dos y tres alturas. Una de sus peculiaridades de esta plaza, es que en ella se mantiene el 'derecho de vistas', que permite que las vistas de los balcones a la plaza tengan un propietario que no tiene por qué ser el de la vivienda a la que corresponden.
La cosa tiene su importancia sobre todo en las fiestas de agosto (Nuestra Señora San Roque), cuando aquí se celebra una suelta de reses con una particularidad: los toros corren por fuera y por dentro de la barrera, obligando a los mozos a saltar de un lado a otro según convenga. En el Coso también se celebra una bonita fiesta religiosa en la Semana Santa, la Bajada del ángel, el domingo de Resurrección.
De origen incierto, probablemente medieval y documentada desde el siglo XVIII, simboliza la alegría por la resurrección de Jesús tras una semana de dolor expresado en las procesiones. La imagen de Nuestra Señora, cubierta con un velo, es llevada en procesión desde la iglesia de San Miguel hasta el Coso, donde se han dispuesto dos torres de madera entre las que se deposita la imagen. De una de las torres sale una esfera de la que a su vez desciende un ángel encarnado por un niño que libera dos palomas, desciende hasta la Virgen y le retira el velo, revelándole la resurrección de su hijo, lo que es celebrado con entusiasmo por los asistentes.
Grandes ejemplos de arte religioso
Otros monumentos interesantes de la localidad son la iglesia de San Miguel de Reoyo, herreriana con restos románicos y con una interesante colección de retablos; la iglesia de Santa María, en el centro de la villa y sede del Museo de Arte Sacro; y la iglesia de Santa Clara, barroca y de planta octogonal, templo del que fue convento de clarisas y que ahora es un buen hotel con spa. Peñafiel también cuenta con un campanario que se quedó sin iglesia, la Torre del Reloj y que lo fue de la desaparecida iglesia románica de San Esteban. Es la construcción más antigua que se levanta en Peñafiel (siglo XI), aunque el reloj que le da nombre es del XIX. Por último, merece la pena pararse a admirar el impresionante ábside gótico mudéjar de la iglesia del convento de San Pablo. El edificio fue levantado en el siglo XIV por encargo del infante Don Juan Manuel, que se hizo enterrar en él.
Otros municipios de interés
Desde Peñafiel se puede llegar a varios sitios de interés. Apenas a 6 kilómetros al noroeste se encuentra Pesquera de Duero, una localidad atractiva sobre todo para los amantes del buen vino, pues en ella se concentran varias bodegas señeras. Si el visitante es castillero, lo que es frecuente entre los de Peñafiel, la zona ofrece otras fortalezas a las que merece la pena acercarse. La vecina Curiel de hecho tiene dos, y uno de ellos, el alto, es el más antiguo de toda la provincia, pues se construyó en el siglo X. Ahora ha sido rehabilitado como hotel. Abajo, en el caserío, hay otro castillo que ha corrido peor suerte y está arruinado, el castillo palacio de los Zúñiga. A unos 15 kilómetros al norte, en Encinas, está el castillo de Encinas de Esgueva, en buen estado. Desde Encinas y siguiendo la carretera de Valladolid, a unos 16 kilómetros, se levanta el castillo de Villafuerte, precioso edificio nobiliario del siglo XV que estuvo a punto de venirse abajo por el abandono. Afortunadamente, fue adquirido por una asociación que lo ha restaurado y lo ha abierto al público que puede acceder en visitas concertadas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenida la influencer Marta Hermoso por un robo millonario en un hotel de Madrid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.