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Movimientos en las cajas vascas

Caja Laboral e Ipar Kutxa preparan su fusión

Ambas entidades se marcan como prioridad mantener el modelo cooperativista

JULIO DÍAZ DE ALDA

Martes, 20 de marzo 2012, 21:07

Caja Laboral e Ipar Kutxa preparan su fusión, un proyecto para el que han iniciado conversaciones y que pretenden tener concluido este año. Fuentes de ambos grupos explican que el objetivo es mantener ante todo el modelo cooperativista y ganar músculo en Euskadi. La integración se diferencia de las que vive estos días el sector financiero español, añaden, en que se realiza entre dos entidades sanas y fuertes, sin que nadie (en clara alusión a las recomendaciones del Ministerio de Economía en su búsqueda de un sector más saneado) invite ni presione a cerrar la alianza.

Vamos a mantener los orígenes y la forma de hacer banca que hemos tenido siempre, dentro de un modelo de país y sin desnaturalizar la esencia, apuntan desde Caja Laboral. La integración se presenta como una fórmula alternativa a la que supone la suma de las cajas de ahorros en Kutxabank. Los actores de esta operación defienden que la alianza otorgaría al nuevo grupo una fuerte presencia en el País Vasco, donde contaría con una notable cuota de mercado en términos relativos.

El paso, sin embargo, constata que el momento que atraviesa el negocio empuja en cierto modo a agrupar entidades. De hecho, hasta hace bien poco (el último mensaje llegaba las pasadas Navidades) Caja Laboral decía tener claro que no iba a participar en la primera ni en la eventual segunda ronda de fusiones desatada en España. Tenemos nuestro propio modelo de negocio con unas líneas establecidas claras, señalaba la entidad para subrayar sus buena posición en términos de solvencia, liquidez y eficacia.

Caso distinto puede ser el de Ipar Kutxa, que el año pasado vio cómo Crédit Agricole vetaba la fusión con Bankoa con la cooperativa de crédito vasca. En octubre se rompía un noviazgo anunciado en mayo y que la crisis y el cambio de prioridades de la entidad francesa dejó en agua de borrajas. Entonces, Ipar Kutxa quito hierro al asunto y defendió su capacidad de seguir sola y subrayó que tenía las manos libres para intentar, en su día, otra operación.

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