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Vídeo de la exposición de Daskalopoulos. / Foto: Telepress | Vídeo: elcorreo.tv
Dos niños dañan de forma accidental una obra de la nueva exposición del Guggenheim
Arte

Dos niños dañan de forma accidental una obra de la nueva exposición del Guggenheim

Pisaron la pieza y el museo ha optado por cerrar la sala, mientras el equipo de conservadores evalúa una reparación que cubrirá el seguro

UNAI IZQUIERDO

Miércoles, 13 de abril 2011, 21:53

El Museo Guggenheim Bilbao inauguró el pasado lunes la segunda de las dos grandes exposiciones temporales que a lo largo de este año tiene previsto mostrar en sus salas. El intervalo luminoso descubre por primera vez al gran público buena parte de los fondos de la colección privada del magnate griego Dimitris Daskalopoulos, «una de las más completas y ambiciosas del mundo» en lo que a piezas contemporáneas se refiere. Son 60 obras de una treintena de artistas, que para los expertos son «creaciones que encumbran el arte conceptual y provocativo», pero que a ojos del común de los visitantes del museo se convierten en auténticos desafíos a la hora de decidir cómo manejarse ante ellas. ¿Se pueden tocar? ¿Se pueden pisar?

Algo de esto ocurrió a media mañana de ayer en una de las estancias que albergan esta muestra. Cuando sólo habían transcurrido unas horas desde su apertura, dos niños que visitaban el museo con sendos grupos escolares iban por separado dañaron «de manera totalmente accidental» una de las piezas expuestas, al pisar una de las estructuras colocada en el suelo. En concreto, la creación afectada es Me invadió un momento de pánico al pensar que yo podía tener razón, del artista libanés Walid Raad, instalada en una pequeña sala similar a una cámara oscura donde la única iluminación proviene de la propia obra. «No se han dado ni cuenta», razonó horas más tarde una portavoz del propio museo. La estancia fue clausurada de inmediato y el equipo de conservadores empezó a evaluar los desperfectos. Varios testigos señalan que el despiste de los escolares abrió varias fisuras en la base y una abolladura en un lateral de la pieza.

Sala oscura con luz tenue

Los niños pertenecían a dos de los muchos grupos de estudiantes (uno de Sevilla y otro de un centro educativo de Francia) que ayer abarrotaron la pinacoteca bilbaína. Nada más entrar en el edificio de titanio comenzaron a recorrer una a una sus galerías, hasta que llegaron a la 103A, que alberga tres de las instalaciones de El intervalo luminoso. Primero contemplaron Proyecto Penske, del mexicano Gabriel Orozko y, cuando se dirigían hacia el fondo de la estancia para ver Leche corporal, de Alexandros Psychoulis, debieron de toparse con las dos puertas que dan acceso a la estancia donde se exhibe Me invadió un momento de pánico al pensar que yo podía tener razón.

Los jóvenes primero uno y luego el otro se toparon con la obra de Walid Raad: una sala oscura en la que tres níveas circunferencias de tamaño medio ocupan buena parte del suelo. Realizadas en acrílico sobre espuma de alta densidad, se elevan pocos centímetros y representan los cráteres que dejan los coches bomba. La instalación se completa con un friso de imágenes que recorre parte de la pared y que, al igual que los discos del suelo, emiten una luz tenue.

Todo apunta a que en un intervalo de segundos, «casi seguidos», los dos niños tropezaron con una de las circunferencias y la pisaron. Las vigilantes de sala reaccionaron de inmediato y procedieron a cerrar los dos accesos a la pequeña estancia con una cinta. En pocos minutos se desplazaron hasta el lugar «media docena de empleados del museo», entre ellos los expertos del Servicio de Conservación. «Siempre que ocurre un incidente de este tipo se activa un protocolo», confirmó la misma portavoz del Guggenheim. Lo primero es evaluar los daños, ver cómo ha afectado lo sucedido a la obra y contactar con su propietario, en este caso Dimitris Daskalopoulos, y la aseguradora.

La sala permanecerá cerrada ayer por la tarde los dos accesos estaban bloqueados con sendas puertas metálicas hasta que la obra sea reparada. No hay aún un plazo fijado, aunque desde el museo se espera «no tardar mucho» en poder reabrirla. Eso sí: se tomarán «las medidas oportunas» para garantizar la seguridad de la instalación y evitar nuevos incidentes. «Por sus características, muchas de las obras de esta exposición permiten interactuar a los visitantes, algo que los propios artistas piden pero que obliga a tener especial cuidado», apuntaron desde el museo.

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