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LUIS ALFONSO GÁMEZ
Viernes, 4 de marzo 2011, 13:11
Más de 300 escolares españoles participarán el 12 de marzo en Bilbao en la final nacional de la First Lego League (FLL), un torneo de robótica en el que compiten más de 155.000 jóvenes de 60 países agrupados en 12.000 equipos. «¿Dónde están los futuros innovadores? Probablemente, no estén trabajando en sus proyectos en ningún garaje, sigo jugando en la FLL», ha dicho esta mañana Guillermo Ulacia, presidente de Innobasque, entidad que organiza la final española.
La FLL nació en 1998, por iniciativa de la organización no lucrativa Para la Inspiración y Reconocimiento de la Ciencia y la Tecnología (FIRST) y el fabricante de juguetes Lego. El torneo descansa sobre cuatro pilares: la programación de un robot construido con piezas de lego para que supere una serie de pruebas; un proyecto científico original de cada equipo que debe ayudar a resolver un problema de la vida diaria; un proyecto técnico, en el que documentan todos los problemas que han tenido en la construcción y programación del robot; y la explicación de cómo se han organizado para el trabajo en equipo.
La final española se celebrará en el Paraninfo de la Universidad del País Vasco (UPV), en Abandoibarra. Cada equipo de los 32 participantes cinco de ellos son vascos está formado por entre cuatro y diez escolares que, guiados por un tutor, intentan superar todas las pruebas. Lo más espectacular será cuando, a modo de transformers, los robots hechos con piezas de Lego intenten realizar una serie de misiones en el terreno de juego, donde en ocasiones los participantes tendrán que reprogramar a su autómata sobre la marcha. Todo ello, vigilado por 120 voluntarios entre los que hay tecnólogos y científicos, profesores universitarios y de centros escolares que colaboran a título personal.
Ciencia divertida
«Queremos llegar a lo más alto. Sabemos que es difícil porque hay equipo que ya han participado en otras ediciones. Pero nos gustaría llegar a la final europea de Holanda y a la mundial de Estados Unidos», dijeron ayer Maitane Álvarez y Ander Gallardo, durante la presentación de la final. Los dos jóvenes forman parte del equipo de la Ikastola Arizmendi, de Mondragón, que resultó el ganador de la competición de programación robótica en la final vasca, celebrada en diciembre en Derio y en la que participaron 270 escolares. Para ellos, participar en la FLL es divertirse jugando con la ciencia y la tecnología.
El proyecto científico de la edición de este año tiene que estar relacionado con un problema biomédico, elegido por cada equipo para el que intentará dar con una solución innovadora. Los alumnos de la Ikastola Arizmendi, por ejemplo, se han propuesto poner las bases para la ceración de una lengua sintética que ayude a las personas cuya lengua con cumple las funciones que debe de ayudar a hablar, saborear y tragar. «La conjunción de robótica y biociencias de este año es especialmente interesante por tratarse de áreas de gran relevancia futura», ha destacado Pedro Luis Arias, viceconsejero de Universidades e Investigación.
La final española de la FLL se celebra este año por primera vez fuera de Barcelona y, además de estar organizada por Innobasque, cuenta con el respaldo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, el Gobierno vasco, GMV, Euskaltel, la Fundación Iñaki Goenaga, Tecnalia, Gaiker-IK 4 y la UPV. Los responsables de estas entidades que han acudido hoy a la presentación de esta cita lúdico-científica han coincidido en destacar la importancia de que se fomente entre los más jóvenes no sólo el ansia de innovar, sino también la necesidad de trabajar en equipo.
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