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EL CORREO
Lunes, 4 de enero 2010, 09:45
Tres días ha tardado en registrarse en España la primera víctima mortal de la violencia de género de 2010. Josefa R.Z., de 45 años, vecina del municipio sevillano de El Cuervo, fue asesinada por su marido en la madrugada de ayer, tras haberse separado de él en varias ocasiones y haber reanudado la convivencia otra vez hace unos dos meses.
Según fuentes oficiales, el parricida, Juan Manuel C. E., de 54 años, asfixió a la víctima en el domicilio conyugal y a continuación, sobre las cuatro de la mañana, telefoneó a la Policía local para entregarse. Un vecino de la pareja, que tenía dos hijos de 26 y 22 años, explicó que la mujer recibía tratamiento desde hace tiempo por depresión, mientras que su esposo parecía haber quedado sumido durante los últimos días en un estado parecido. «He hecho una cosa muy mala», confesó Juan Manuel al agente que atendió su llamada. Una patrulla de la Guardia Civil lo arrestó en el lugar de los hechos y luego lo trasladó a la comisaría de Lebrija, donde quedó recluido a la espera de que comparezca durante el día de hoy en el juzgado de guardia.
El matrimonio vivía con el hijo más joven, pero esa noche no durmió en casa. Amigos de la familia explicaron que la pareja había protagonizado múltiples discusiones, aunque ningún vecino imaginaba que aquella situación pudiera degenerar en un asesinato. Ciertamente, Juan Manuel y Josefa se habían vuelto a separar una vez más, pero como ya había sucedido en ocasiones anteriores, él había regresado a casa al cabo de un tiempo para «volver a intentarlo».
Metida en casa
Según explicó un vecino, las desavenencias se sucedían una y otra vez. Josefa pasaba la mayor parte del tiempo dentro de casa. El parricida, entre tanto, tenía reconocida una invalidez laboral desde hace varios años. Un familiar lejano dejó caer, sin entrar en detalles, que los hijos «tenían mucho que reprochar» al asesino por sus idas y venidas durante meses, tras haber discutido con su esposa.
El alcalde de El Cuervo, Juan Garrido, explicó que Josefa nunca había presentado denuncias por malos tratos ni tampoco había solicitado ayuda a los servicios sociales del Ayuntamiento. Reconoció que el crimen ha causado una gran conmoción en el municipio, de 8.500 habitantes, hasta el punto de que la Corporación decidió suspender los actos festivos de hoy y también la cabalgata de Reyes prevista para mañana.
Juan Garrido recordó que la Junta de Andalucía se personará como acusación en la causa penal contra el asesino, mientras que el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) calificó el crimen ocurrido en El Cuervo como un «atentado machista». Este organismo subrayó que es «una barbaridad que se mate a alguien por ser mujer» e hizo un llamamiento a las víctimas y a sus familaires para que denuncien las agresiones, ya que «es la única manera de protegerlas y activar los mecanisos que existen para salvarlas».
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