«El mejor cartel posible» en tiempos de crisis

La noche de mañana, que será cuando suenen en Kobetamendi Depeche Mode, estará despejado, después de todo un día con un 20% de posibilidad de lluvia. Eso es al menos lo que dice www.wunderground.com, porque después de lo sufrido el año pasado durante el concierto de REM lo mejor es consultar las webs meteorológicas. Para el viernes y sábado, como mucho nubes dispersas (temperaturas desde los 10 grados hasta los 28). Así que, al menos por ese lado, las cosas prometen. Por el de la oferta musical está ya todo dicho, con Depeche Mode, Jane's Addiction y Primal Scream a la cabeza y después de últimas incorporaciones como la de Echo and the Bunnymen y de las caídas y sustituciones de costumbre. «Es el mejor cartel posible», asegura Alfonso Santiago, uno de los responsables de Last Tour International, la promotora del festival.

Así habló ayer en la presentación del dispositivo espacial para esta cita, que no difiere mucho del previsto para el aún reciente Kobetasonik. «Es un cartel homogéneo, el mejor posible. En las últimas semanas hemos intentado elevar el listón, pero ha sido complicado por el contexto social en el que estamos, con algunas bandas que han decidido no girar, con festivales que están desapareciendo... así que las posibilidades eran menores», argumentaba Santiago en un intento de responder a los que lo califican de 'pobre'. Quizá tenga algo que ver la odiosa comparación con la llamativa oferta del año pasado, que con Police, REM, Lenny Krawitz y Madness, entre otros, reunió a 79.000 personas.

La organización prevé un «descenso» en la afluencia, «entre los 47.000 de 2006 y esos casi 80.000 de 2008 -anunciaba Marcos Muro, director de Promobisa-, a la vista del ritmo de venta de entradas», aunque él mismo situó la previsión en «unas 20.000 personas diarias, sin constatación exacta». Eso sumaría 60.000 melómanos en el festival. Sí se han colocado los mil bonos que ofertaron sólo para británicos -53 euros (47 libras) con permiso para acampar y gastos incluidos frente a los 136 euros que paga el resto-; según la promotora, una estrategia para captar visitantes ingleses.

Volviendo a la crisis, Santiago dio una buena noticia aunque será ya para otras ediciones: reconoció que como «la gente no tiene tanto chichidinero, habría que trabajar en la política de precios para en el futuro estar a la altura». Marcos Muro aprovechó para reflexionar y dar datos sobre el heavy Kobetasonik. Insistió en que su subsistencia, como cada año, sigue en el aire a la espera de que los promotores decidan si se hace la tercera edición: «Tuvimos a 27.000 personas, la mitad de ellas de fuera de Euskadi, que han dejado 600.000 euros para las haciendas vascas, lo cual está muy bien. Pero el Kobetasonik no es un proyecto a consolidar, sólo si hay buenas bandas».

Dispositivo especial

El acceso al monte Cobetas queda cortado al tráfico privado a las 15.00 horas de hoy y hasta el domingo. 36 autobuses recorrerán el trayecto desde San Mamés o desde el BEC hasta Kobetamendi y en sentido inverso, en horario ininterrumpido desde las 10 de mañana hasta las 14 del domingo. A partir de las 19.30 dejarán a los pasajeros en Beyena, a casi un kilómetro del recinto festivalero (se puede subir y bajar a pie, una media hora). Los taxis despositarán a los viajeros en el barrio de Altamira. Los campistas -caben unos 5.000- tienen también autobuses desde hoy, de 11 a 22 horas.

Más datos: 250 periodistas acreditados de España, Francia, Inglaterra, Portugal y Argentina y el festival ha supuesto ya la reserva de cien habitaciones de hotel. Depeche Mode traen 60 personas, 4 camiones y 4 autobuses. Importante: 360 camareros para 7 barras y 8 puestos «de hamburguesas, kebab, talo, bocatas, pizzas, perritos, ensaladas...»