La Justicia imputa a Camps por aceptar sobornos del empresario Francisco Correa

Lo que en los cenáculos políticos se barruntaba desde hace semanas, se convirtió ayer en realidad: el presidente de la Generalitat valenciana, el popular Francisco Camps, deberá comparecer ante la Justicia como imputado, como posible receptor de sobornos, dentro de la presunta trama de corrupción que encabezaba el empresario Francisco Correa. La citación, realizada ayer, cierra un periodo de tres meses en los que el dirigente levantino ha intentado quedarse al margen del escándalo desde que estallara el 'caso Gürtel'.

«Estoy completamente convencido de que esto terminará muy pronto y terminará, si Dios quiere, muy bien», dijo anoche Camps, en sus primeras declaraciones tras hacerse pública la providencia judicial. Ya en febrero, Camps quiso minimizar esta cuestión al preguntar en el Parlamento si alguien pensaba que él pudiera encontrarse involucrado en la trama.

El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana José Flors ofreció ayer la respuesta. Envió al presidente autonómico, uno de los puntales del líder del PP Mariano Rajoy, una citación para interrogarle el próximo martes como imputado de un presunto delito de cohecho porque habría aceptado sobornos en especie, costosos trajes pagados por el empresario Álvaro Pérez Alonso. Este ejecutivo, conocido como 'El Bigotes', era responsable de Orange Market, la delegación en la Comunidad Valenciana de la trama que desde Madrid dirigía Francisco Correa.

El mismo día deberá comparecer el secretario general del PP valenciano y portavoz del grupo parlamentario en Les Corts, Ricardo Costa, acusado de las mismas irregularidades que su jefe. Sus declaraciones abrirán la investigación del 'episodio valenciano' del 'caso Gürtel', en el que también están implicados el ex vicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos, y Rafael Betoret, ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo y actual jefe de protocolo de la Diputación de Valencia. Continúa así el proceso abierto por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que se inhibió en favor de los tribunales de Valencia y de Madrid -en este caso para indagar las actuaciones de la red en la comunidad dirigida por la también popular Esperanza Aguirre- debido a la condición de aforados de algunos de los inculpados.

Víctor Campos y Rafael Betoret han sido citados para el miércoles 20 de mayo. Y, un día después y ya en calidad de testigo, le llegará el turno al sastre José Tomás, quien declaró en la Audiencia Nacional que recibió el encargo de confeccionar trajes para los altos cargos populares valencianos que fueron abonados por Correa o Pérez. La investigación tratará de determinar si esos pagos sirvieron para comprar los favores de la Generalitat, que concedió a Orange Market contratos públicos por un valor superior a los cinco millones de euros en los primeros años del presente siglo.

Esos trajes, encargados en tiendas madrileñas de las franquicias Milano y Forever Young, son la base de las acusaciones contra el presidente valenciano. El magistrado Baltasar Garzón, anterior instructor del 'caso Gürtel' hasta que el 6 de marzo se inhibió por la aparición de aforados, concluyó que Camps se dejó regalar ropa por valor de, al menos, 12.783 euros. Esos artículos fueron pagados por Orange Market, la filial valenciana de Special Events, la principal empresa de Correa.

El presidente recibió como dádivas «cinco pantalones, un pantalón de piel, una deportiva, una chaqueta austriaca, una americana de sport, una deportiva 'Barbour' y una chaqueta de fantasía», según consta en los registros de la trama corrupta. Además, 'El Bigotes' encargó para Camps «un smoking confeccionado para ir a Nueva York y un chaleco blanco para la recepción en el Vaticano».

«Amiguito del alma»

La estrecha relación de Camps con Pérez Alonso es uno de los puntos débiles de la defensa del presidente valenciano. En el sumario hay varias intervenciones telefónicas realizadas las pasadas Navidades por orden judicial en las que el dirigente popular llama «amiguito del alma» al empresario, que le confiesa que «te sigo queriendo mucho».

Esos 'pinchazos' descubrieron que el industrial hizo costosos regalos a Camps, a su mujer y a su hija, hasta el punto de que la esposa del jefe del Ejecutivo asegura que con su obsequio «te has pasado 20 pueblos». Pérez Alonso llegó a estar tan cerca del presidente que en una de las grabaciones da por seguro que Camps le nombraría coordinador de la visita del Papa a Valencia en 2006, algo que no llegó a ocurrir.

La conclusión de Baltasar Garzón es que todos estos regalos tuvieron sus resultados: Francisco Correa, a través de Orange Market, se hizo entre 2005 y 2009 con la organización de los stand de las cinco ferias anuales de turismo en los que participó la Comunidad Valenciana, más de cuatro millones de euros de dinero público, entre otros contratos. Además de Camps, Costa dejó supuestamente que le hicieran regalos por valor de 7.325 euros, Campos por 4.850 y Betoret aceptó coimas valoradas en unos 9.950 euros.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega reclamó ayer calma ante la investigación judicial y dijo que el Gobierno central va a «mantener prudencia y respeto» «hasta que se sepa la responsabilidad». Aun así, consideró que «no es razonable» que la dirección del PP no haya ofrecido «explicaciones a la ciudadanía» sobre la citación de sus cargos en Valencia.