Borrar
Una pareja de homosexuales pasea de la mano durante la celebración del día del Orgullo Gay. / AFP
El paraíso del arco iris
SOCIEDAD

El paraíso del arco iris

El 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, con España a la cabeza en la lucha por los derechos de gays, lesbianas y transexualesLa película 'Milk' hace un guiño a la mítica marcha homosexual de 1977 en Barcelona

ISABEL IBÁÑEZ

Domingo, 19 de abril 2009, 11:38

Hay un guiño muy especial a España en la última película de Gus Van Sant, 'Mi nombre es Harvey Milk', la que le ha proporcionado a Sean Penn su segundo Oscar como actor principal, por su interpretación de este activista homosexual estadounidense. En el filme, se ve cómo uno de los amigos de Milk, llamado Cleve Jones -interpretado por Emile Hirsch- se une a su lucha al regresar de unas vacaciones en Barcelona; en una escena de la película describe su participación en la dura manifestación del 26 de junio de 1977 en las Ramblas, protesta que le marcó para siempre. Tanto que es posible que, sin esta experiencia, Milk no hubiera tenido a su lado a Jones en aquella indispensable cruzada gay que tuvo lugar en San Francisco a finales de los setenta.

Así lo recuerda el auténtico Cleve Jones: «En 1977 estuve en la primera manifestación pública del nuevo movimiento de liberación gay en España. Fuimos brutalmente atacados por esas tropas especiales con sus uniformes de la guerra de las galaxias disparándonos esas enormes pelotas de goma. Fue un altercado muy violento y lo que nos salvó fue esa combinación de furia y humor amanerado que había en el aire, en esas reinas arrojándose contra los policías. Así entendí que formaba parte de un movimiento global que tenía el poder de transformar la sociedad, de oponerse a que nuestra experiencia fuera de gueto. (...) Y me di cuenta de lo que quería hacer: ser parte de todo aquello».

Desde entonces, homosexuales y transexuales de todo el mundo han descubierto en el siglo XXI cuál es ese lugar al que cantaba Judy Garland en 'El mago de Oz', en uno de los mayores himnos gay, 'Over the Rainbow': «En algún lugar sobre el arco iris / muy en lo alto / existe una tierra que soñé...». Aquella manifestación de Barcelona que hizo que Jones se uniera a la lucha de Milk inició una carrera de fondo que aquí desembocó hace unos meses en logros como la Ley del Matrimonio y la de Identidad de Género, que hacen de España la isla Utopía con la que sueñan muchos.

Una serie de la televisión pública italiana, 'El padre de las novias', levantó ampollas hace un par de años: un hombre viaja a Madrid para visitar a su hija y descubre con espanto que es lesbiana y que se ha casado con una española gracias a la ley de Zapatero. No es sólo ficción. Sergio Íñiguez, coordinador de Gehitu -Asociación de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales del País Vasco- recuerda que dos chicas estadounidenses celebraron su boda en San Sebastián porque, aun sin validez en su país, «les hacía ilusión casarse en un Estado que lo permite en igualdad de condiciones que a los heterosexuales». Aquí está reconocido el derecho a la pensión de viudedad para matrimonios y parejas inscritas con dos años de antigüedad.

Vagos y maleantes

Noruega copió el modelo español para su ley de matrimonios gays, normativa que acaba de aprobar Suecia y que ya permitían Holanda, Bélgica, Canadá y Sudáfrica, además de España, que se ha convertido en lugar de peregrinación de homosexuales por muchos motivos: como destino turístico -Madrid, Barcelona, Sitges, Torremolinos, Gran Canaria e Ibiza-, como opción de residencia, como refugio de gentes perseguidas en otras zonas del planeta... En muchos países de África y Asia tener relaciones con una persona del mismo sexo puede conllevar pena de muerte, cadena perpetua o una larga temporada 'a la sombra', por lo que los colectivos españoles esperan ya la reforma de la Ley de Refugio y Asilo, que deberá recoger la persecución por orientación sexual.

Parece increíble que sólo hayan pasado 30 años desde aquella manifestación en Las Ramblas. Entonces, homosexuales y transexuales eran encarcelados por la Ley de Vagos y Maleantes y la de Peligrosidad Social, recuerda Íñiguez. «Había centros de trabajos forzados para chicos gays, porque de la homosexualidad femenina ni se hablaba. Fíjate que no era considerada delito, sino enfermedad mental». Una situación no muy lejana, por cierto: el próximo 17 de mayo se celebra el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia y la Transfobia, elegido precisamente porque la ONU eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales un 17 de mayo... ¡de 1990!

Pedro Zerolo, secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE, afirma que «nunca habíamos sido los primeros en nada que tuviera que ver con la igualdad y esto ha generado reconocimiento y admiración en todo el mundo. Han sido 30 largos años de lucha, aunque, desde la visión histórica, es poco tiempo». Añade que España es hoy «más que un paraíso, un referente. Los países no están sólo para exportar jamones, sino ideas y modelos de sociedad. Estamos generando un efecto simpatía hacia nuestro país, que generará a su vez un efecto dominó».

Íñiguez, de Gehitu, continúa con el repaso de momentos clave: «En 1978, la Constitución derogó aquellas dos leyes que nos castigaban. Luego, en los 80, fue importante la Movida, que, sin ser un movimiento homosexual, sí hizo mucho por visibilizarnos», aunque los 80 transcurrieran sin grandes avances legales. «El primer referente fue la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994, que permitió que si uno de los miembros de una pareja homosexual fallecía, el otro pudiera quedarse en el piso de alquiler».

Entre Boris y Vázquez

En los 90 hubo un renacer del movimiento con la creación de asociaciones que consiguieron apoyo de los partidos políticos, «primero de IU, luego del PSOE -explica Íñiguez-. Incluso formaciones conservadoras nacionalistas con ideas religiosas se fueron sumando. De este modo, se empezó a romper la línea de derechas e izquierdas y los apoyos llegaban de todas partes». A su juicio, hubo en España una persona que tuvo un papel muy importante, «Boris Izaguirre, muy criticado, pero visibilizó a los homosexuales. Pese a su papel histriónico, hay que reconocer que ésa era la única forma de hacerlo en aquel momento. Después vino el negativísimo caso Arny, que permitió que Jesús Vázquez saliera del armario y hoy es un modelo deseable de homosexualidad. Pero sin Boris no hubiera sido posible».

Así, muchos otros famosos salieron del armario, algo infrecuente en otros países: los cineastas Almodóvar y Amenábar, el juez Grande Marlaska, los políticos Jerónimo Saavedra, Miquel Iceta y Ernesto Gasco, los escritores Eduardo Mendicutti, Juan Goytisolo y Álvaro Pombo, una pareja de guardias civiles... incluso un cura, José Mantero. La asignatura pendiente son las lesbianas, que aún no cuentan con caras visibles.

El coordinador de Gehitu encuentra momentos positivos incluso en la legislatura de Aznar: «Se opuso tanto que otros partidos reaccionaron y nos dieron fuerza. ¡Si ni siquiera pensábamos en conseguir el matrimonio! Sólo pedíamos una ley de parejas y también se negaron. Eso generó más simpatías». Después llegó la Ley de Parejas de Hecho de Navarra -hay autonomías que tienen la suya propia y todas tienen diferentes alcances-, «una norma de máximos que fue recurrida por 50 miembros de Senado y que aún está pendiente. La ley vasca fue recurrida por el Gobierno central del PP en cuanto a la adopción, así que cuando llegó el PSOE retiró el recurso.

Las leyes de Zapatero

La pasada legislatura socialista abrió la Ley del Matrimonio a las parejas de un mismo sexo, posiblitando la adopción conjunta.

Seis de cada diez españoles aceptan el matrimonio homosexual, según el 'Retrato social de los españoles 2007', de la Fundación BBVA, lo cual demuestra que incluso en sectores conservadores hay posturas tolerantes, pese a las manifestaciones promovidas por el PP y la Iglesia el año pasado contra la ley.

Por último, España aprobó la Ley de Identidad de Género, que permite a los transexuales cambiar de sexo y nombre en el DNI sin pasar por quirófano. La actriz Carla Antonelli, cuya intención de hacer huelga de hambre fue el detonante para que se aprobara la normativa, recuerda una canción: «Ahora sí somos la España camisa blanca de mi esperanza». Ella pertenece al que ocupa el escalón más alto en el ranking de discriminación de estos colectivos, los transexuales, por encima de lesbianas y gays. A pesar de hitos como el alcanzado el mes pasado, cuando Defensa reconoció el derecho de los transexuales a ser militares o guardias civiles.

«Sólo tienes que viajar para darte cuenta de que esto es un paraíso -dice Carla Antonelli-. Para muchos, es un sueño venir aquí». Son los mismos que siguen mirando a España recordando la letra de 'Over the Rainbow': «Si los pajaros felices vuelan / más allá del arco iris /¿por qué no puedo hacerlo yo?».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El paraíso del arco iris