Los toreros se niegan a actuar en el País Vasco si no se corrige el nuevo reglamento

Las principales figuras del toreo, entre ellas José Tomás, El Juli, Miguel Ángel Perera, Cayetano y El Fundi, se niegan a torear en el País Vasco mientras no se corrijan una serie de cuestiones que recoge el nuevo Reglamento Taurino de dicha comunidad autónoma, aprobado la semana pasada por el Gobierno autónomo. Una nota de prensa hecha pública ayer por los tres sindicatos mayoritarios del sector -Taura (Unión de Toreros), Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles, y Asociación Sindical de Mozos de Espadas y Puntilleros- señala que en la normativa hay que «corregir una serie de puntos indispensables» para el ejercicio de su profesión.

Los toreros, según el coordinador ejecutivo de Taura, Iñigo Fraile, consideran que no deben tener limitaciones a la hora de ordenar las veces que entrará el toro al caballo, una vez que se ha reducido la puya para los toros -que pierde tres milímetros de arista (el filo) y un centímetro en «las cuerdas»-, quedándose así en lo que fue la puya que se utilizaba para los novillos. Asimismo, quieren estar legitimados para solicitar el reconocimiento de las muestras biológicas de las reses, como ya ocurre en Andalucía y Castilla y León.

Menores de 16 años

Los profesionales del sector rechazan también que la decisión de retirar del ruedo las reses sospechosas de haber sido toreadas previamente quede a criterio del presidente, cuando hasta ahora bastaba con la opinión de la terna protagonista. Exigen, además, ser citados cuando se vaya a realizar alguna operación de limpieza de astillas en los toros.

Otro motivo de desacuerdo con el texto es que impone la obligatoriedad a toda costa del mano a mano cuando se produce la baja de uno de los tres toreros anunciados, sin garantías de renegociar la oportuna compensación económica.

Los firmantes aprecian en el nuevo reglamento vasco otras «reiteradas faltas de acierto», entre las que citan la prohibición a los menores de 16 años de entrar en las plazas de toros si no van acompañados de un adulto. Critican también que se impida la presencia de los apoderados en el callejón, y que se dé al presidente la potestad de decidir si un matador lesionado durante el festejo puede continuar toreando o no, tras un reconocimiento médico.