De Mataró a Bilbao

Enric Saborit se acerca a Euskadi y al Athletic. Parece decidido a abandonar Barcelona, en donde vive en la residencia de jugadores del Espanyol, para afincarse al final del curso escolar en Euskadi, una tierra familiar para su madre, que se instaló hace dos años en Vitoria. Saborit, nacido en Mataró, es una de las joyas de la cantera del Espanyol. A sus 15 años, se ha convertido en un fijo en el lateral izquierdo de su equipo cadete y en un habitual de la selección catalana.

El caso es que el chico podría empadronarse en Vitoria. En estos asuntos personales no hay que ofrecer demasiadas precisiones, pero la realidad es que su madre vive en la capital alavesa mientras su padre sigue en Cataluña. Tal y como reveló este periódico la pasada semana, la progenitora de Saborit visitó Lezama, en donde se entrevistó con los responsables de la cantera rojiblanca.

En la conversación se abordó la posibilidad de que el jugador se incorpore la próxima campaña. El plan inicial, que podría ser modificado, recoge que viva en la residencia de canteranos de Derio y que se matricule en el colegio La Salle, de Deusto.

El asunto ha generado controversia. La acusación que se hace es que el club altera así su política de fichajes. No es cierto. Se puede enumerar una amplia lista de muchachos de Lezama que no han nacido en el País Vasco y Navarra. El criterio es que «todos aquellos que vivan en Euskadi o Navarra son susceptibles de fichar. Lo que nunca vamos a hacer es ir fuera a fichar, pero si un chico se hace futbolista aquí, podrá jugar en el Athletic», se insiste desde la factoría rojiblanca.

El diagnóstico que se hace en el club es que Saborit jugará la próxima temporada en un equipo vasco. «Va a estar en un club de esta comunidad. Lo más razonable es captarlo ahora y no vernos obligados dentro de unos años a ir a por él si salta hacia arriba», justifica una fuente rojiblanca.