«El pintor debe meter algo suyo en el cuadro: su propio ego»

«Jesús Infante es uno de esos pintores capaces de reducir la realidad a pura transparencia, a poco más de un poco de agua coloreada. Y en la medida que sus colores se hacen fantasmales, desmaterializados, su arte alcanza más altas cotas». Quién mejor que un grande de nuestra literatura, José Hierro, para dar voz a la pintura de otro grande, Jesús Infante. Y es que en sus cuadros los colores hacen nacer las distintas formas, para sacar a la luz la belleza dormida del paisaje.

-Son ya más de 50 años de dedicación al arte.

-Sí, prácticamente toda la vida.

-¿Y cómo recuerda sus inicios en el difícil mundo de la pintura?

-Logroño por aquel entonces tendría menos de la mitad de los habitantes que tiene ahora, y era una ciudad entrañable donde nos conocíamos todos. El problema es que no había la actividad artística ni cultural que tenemos hoy. Por eso creábamos grupos donde cada uno pudiera promocionar sus habilidades. Y funcionaban.

-¿En cuáles participó usted?.

-Nosotros organizamos primero un colectivo de jóvenes artistas que se llamaba el 'Grupo Revellín', en el que participábamos 4 pintores: Del Santo, Gallego, Blanco y yo mismo. Hicimos una serie de movimientos artísticos y expusimos fuera de Logroño. Realizamos una labor interesante, y fuimos una especie de pioneros. Más adelante se quiso adherir más gente, y formamos el 'Grupo 8', conformado prácticamente por todos los artistas de la ciudad que teníamos ganas de promocionar el arte. Fuimos 8 o 10 en principio, y abarcábamos todas las tendencias, no sólo la figuración. Estuvimos unos años funcionando de este modo, pero luego el grupo se fue fragmentando y las técnicas hicieron que nos fuéramos diferenciando. Aquello trajo esto, y ahora el ambiente cultural de La Rioja es comparable al de pocos sitios.

-Hoy en día es un artista admirado y de sobra reconocido, pero antes de llegar hasta aquí, ¿puede un artista vivir de su arte?

-Yo tuve la suerte de que mi pintura gustara desde el principio. Poco a poco me fui haciendo un nombre, y luego lo fui promocionando. Acudía a concursos fuera de la Comunidad y me buscaba un poco la vida. De hecho nadie me ha promocionado ni me ha llevado de la mano nunca, sino que he tenido que ir siempre a pecho descubierto. Pero empecé a conseguir premios importantes en Madrid y otras ciudades y esos éxitos han llegado también a Logroño. No cabe duda de que esto es una progresión.

Cuestión técnica

-Ha probado otras técnicas. ¿Por qué la acuarela?

-Tenía mejores condiciones para pintura de acuarela que para otras y cada uno tiene que saber cuáles son sus posibilidades.

-Puede ser que la perfección a que ha llegado con ella, a la que se refería José Hierro, se deba precisamente a esa especialización y centralización en esta técnica.

-La mejor forma de conseguir hacer una cosa es haciéndola y yo pienso que lo importante está en que yo he profesionalizado la pintura. No es lo mismo ser un pintor de domingo que estar noche y día delante de un cuadro, incluso sabiendo que tu vida, que tu conocimiento y el de tus familiares será a través de los cuadros que vas a hacer y a vender.

-Algunos abandonan, bien por tedio o por incapacidad para superarse, y en cambio usted sigue. ¿Cree que aún puede mejorar?

-La superación siempre es posible. Yo comparo un cuadro de hoy y uno de 40 años, y es cierto que he cambiado, que entre ellos hay pequeñas variaciones que dependen del ambiente, de lo que ves, de los que tienes. Sólo que hay pintores que se dejan influenciar por la moda del 'ismo' del momento, y cambian totalmente. Ese no ha sido mi caso, porque siempre he tenido una orientación y la sigo, manteniéndome fiel a ella.

-Y la escultura, ¿la ha abandonado definitivamente?

-En el Renacimiento existían los artistas totales, que eran a la vez pintores, escultores, arquitectos, médicos... Pero hoy en día en el arte cada uno se especializa en una técnica e incluso en unos materiales o unas temáticas muy concretas. Cada uno se centra en una parcela determinada. Y hoy en día yo no podría hacer nada que no fuera mi pintura; no me da tiempo para hacer más.

-Y como materia preminente se ha quedado con el paisaje.

-Sí, lo cierto es que es lo que pinto casi exclusivamente.

-¿La Rioja es un lugar agradecido para ello, se presta a la temática?

-Sí, es un sitio ideal. De hecho el 70-80% de mi producción es sobre paisajes de La Rioja. Aunque eso no quita para que conozca también prácticamente todos los puertos españoles y europeos, para poder hacer marinas. Pero mi temática principalmente es el paisaje abierto, las viñas, el encinar, la montaña... Siempre interpretados y con un sentido plástico, no meramente fotográfico. El pintor debe meter algo suyo dentro del cuadro: su propio ego.

Pintor de meseta

-Puede ser que en lugar de una elección sea una imposición de su tierra. ¿Si hubiera nacido en otro lugar, su pintura sería distinta?

-Seguro que el paisaje no sería el mismo. Yo soy eminentemente pintor de la meseta, del interior, pero no cabe duda de que si hubiera nacido en otro lugar la pintura sería de otro tipo. El entorno condiciona, por supuesto, pero al final siempre me ceñiría un poco a la misma normativa.

-Y la experiencia de exponer fuera de España, ¿cómo ha sido?.

-He sido acogido muy bien, sobre todo en países nórdicos como Alemania, porque su gente conoce muy bien este tipo de pintura. Quizás mejor que aquí. Aunque no me quejo, porque también en Logroño y en España he tenido muy buena aceptación.