«Mi enamoramiento por el juez no nubla mi sentido profesional»

ELISA BENI, ESCRITORA Aquella joven rubia, espigada y enjuta que hace 22 años inició sus prácticas periodísticas en Radio Rioja es hoy la esposa de Javier García Bermúdez, el presidente del tribunal que juzgó los atentados del 11-M y por cuya actuación durante el proceso ha cosechado una legión de parabienes. Elisa Beni, que hace seis años contrajo matrimonio en Logroño con el hoy presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en una ceremonia que fue 'cojudicializada' por el juez Máximo Pozas y la hermana de García Bermúdez, también miembro de la carrera judicial, se puso el mundo por montera hace unos meses y no dudó un segundo en enfrascarse en esta publicación que acaba de ver la luz. 'La soledad del juzgador' es un libro que tiene a su marido como principal protagonista y en el que algunos de sus compañeros no salen tan bien parados. Elisa Beni, que con 24 años se convirtió en la directora más joven del país capitaneando 'El Faro de Ceuta', es hoy la directora de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Se enfrenta ahora, con uñas y dientes, a las críticas de jueces y de periodistas.

-Sacar el libro veinte días después de que se dictara la sentencia le ha valido, entre otros adjetivos, el de oportunista, ¿qué tiene que decir a ello?

-Que no estoy de acuerdo, lógicamente. Y es que no sé cuantos compañeros que hubieran estado en la misma situación de poder vivir como yo una circunstancia histórica, desde una perspectiva prácticamente única, se hubieran resistido a contarle eso al público.

-Cuando le consultó a su esposo el proyecto, ¿qué respuesta obtuvo?

-Me dijo que muy bien, que adelante. Él siempre ha confiado en mi bien hacer profesional, pues no en vano me conoció como periodista antes que como mujer.

-¿En algún momento le sugirió que prescindiera de algo?

-Para nada; además, tampoco se lo hubiera admitido.

-Hay quien ve en el libro una declaración oficial y pública del amor que profesa a su marido...

-Todo el mundo sabe que, afortunadamente, somos una pareja muy enamorada. Además, el enamoramiento que tengo por el juez no me nubla mi sentido profesional. A mí, de todas formas, aparte de estar enamorada, objetivamente me parece un buen juez.

-También hay quien ha relacionado la fecha del lanzamiento de la publicación con un momento ideal para hacer caja.

-Entonces, ¿cuándo debía haberlo publicado? ¿Cuándo hubiera perdido interés? Yo no he escrito el libro por dinero, eso está claro. Periodistas que escriben libros, conocen y saben que al menos aquí en Madrid hay 200 posibilidades más de lucrarse con intervenciones en medios, que están muy bien pagadas y con un esfuerzo limitado en el tiempo, que con la publicación de un libro.

-¿Qué persigue realmente con 'La soledad del juzgador'?

-Se trata de un libro periodístico que pretende, evidentemente, dar actualidad y, en ningún caso, hacer historia del procedimiento. En realidad, el libro es un gran homenaje a la carrera judicial.

-¿Cuál ha sido el veredicto de su marido sobre la publicación?

-Él me ha dicho que engancha y que es más ágil que sus sentencias.

-De dónde han llegado más críticas y halagos, ¿del colectivo periodístico o del judicial?

-Yo haría una precisión, y es que en un primer momento las críticas estaban basadas no en el libro, sino en lo que se ha extraído del mismo por parte del algunos medios, que no han querido ser capaces de captar la verdadera esencia del libro. De quienes lo han leído he recibido la sensación de que se trata de una publicación interesante y casi todo el mundo coincide en que es un libro que engancha y que tiene mucha garra. No es menos cierto tampoco, que algunas críticas proceden del hecho de que algunos no se ven bien en la foto.

-¿Cómo es la relación de su esposo con los periodistas?

-Buena y fluida. De ello puedo dar fe. Utiliza mucho tiempo y esfuerzo en atender a los periodistas y ello es de valorar.