Lo nuevo de Belako, canción a canción

Pero, ¿exactamente de qué hablan estos, todavía jóvenes, músicos en 'Render Me Numb, Trivial Violence'? Lander Zalakain, batería del grupo, nos hace de inmejorable guía.

La libertad concedida por las máscaras. Una figura de la política corrupta ha sido desenmascarada y huye de la justicia mientras observa como toda su red de influencias y su imperio se desmoronan. «Este tema empieza con una base de aplausos que perfectamente podrían ser flamencos. El disco tenía que empezar por esta canción», explica el baterista.

Cuando las noches alegres derivan en un deterioro físico cada vez peor, y esto acaba afectando el estado mental. El bajón de saber que aunque habías prometido no recaer en los malos hábitos, vuelves a ellos sistemáticamente por tu propia inercia y por los constantes estímulos sociales. «Es como un tren porque el bajo y la batería no paran salvo en algún momento puntual. El último single que sacamos», recuerda Lander. 

La hipocresía del mundo occidental respecto al bloqueo de las personas refugiadas, el sentimiento de impotencia y culpabilidad de quienes tenemos la suerte de vivir bajo el amparo de este sistema cruel, y no del otro lado del muro. «Seguramente la más rockera del disco, tiene tres partes diferentes que perfectamente podrían ser de canciones diferentes», reconoce.

La violencia de género es cosa de todos y ya que el sistema judicial no actúa con firmeza debemos unirnos en un mensaje alto y claro de tolerancia cero ante el maltrato. «Probablemente el primer tema que compusimos para este disco. Nada más terminarla empezamos a tocarla en directo (hace ya como un año)», podríamos añadir que con un resultado estupendo que ya hacía pedirles nuevo disco.

La religión trata de ganar adeptos mediante el engaño y el miedo, grandes o pequeñas sectas detrás de las cuales se hayan los mismos conflictos de intereses, ambición y poder que en cualquier mafia política. «Si bien la mayor parte del disco está grabado en cinta y de forma 100% analógica, esta es una de las que grabamos en casa en digital», dice el músico tolosarra.

Quien de la noche a la mañana lo pierde absolutamente todo por la guerra, familia, casa, observa su pueblo o ciudad reducida a escombros, y no tiene manera de tomar perspectiva y poner un pie delante del otro. «También de las primeras canciones que compusimos de RMNTV», añade.

Tras la destrucción solo puede venir la construcción de nuevos puntos de referencia, de nuevo en la más dolorosa de las atmósferas. «La segunda parte de Stumble. Grabada en casa y además pasada por la grabadora de un móvil», reconoce.

Vivir rodeado de gente y aun así sentirte solo. Cuando tus amigos te resultan completos desconocido. La convivencia en una casa y el consumo compulsivo de 'tele-realidad'. El show de Truman. «Para nosotros es la 'canción reggae' del disco. También grabada en móvil», un resultado sorprendente.

Canción que funciona como transición para pasar a Render Me Numb.

Comer frente a la televisión, ingesta física y mental de basura que provoca una modorra crónica también física y mental. La violencia está en poner a un mismo nivel la guerra en Siria y los tuits de la política de pandereta, los mensajes de publicidad que han pasado de lo subliminal al primer plano, y todo un abanico de contenidos cuyo único fin no es otro que el de distraer en el peor de los sentidos. «La última canción de este disco que compusimos y la que le da todo el sentido y el significado y parte del nombre. Fue de las primeras que grabamos y el primer single».

Este vecino no saludaba. Si un día pilla un chaleco de explosivos y revienta el edificio con todo el vecindario dentro, a nadie le va a extrañar. Pero es un personaje triste, solitario y amargado, nadie se lo toma en serio… «La más bailable. Grabada en casa de Lore y Josu, en el barrio Billela de Mungia».

Romper con el aburrimiento autodestruyéndonos un poco. «Es una versión de nuestro propio tema del anterior disco Hamen un poco más rápida y rockera», anuncia.

«Una dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud, en el que, gracias al consumo y al entretenimiento, los esclavos amarían su servidumbre». 'Un mundo feliz' (1932), Aldous Huxley. «La canción en euskera del disco» y que nunca faltan en el repertorio de Belako. 

El fragor de la batalla ha acabado y solo quedan cadáveres flotantes que se irán recogiendo poco a poco. Quien por fin ha obtenido su merecido ante la justicia hace su última llamada pidiendo ayuda a la desesperada. «La segunda parte de Maskenfreiheit que en vez de ir seguido, cierra el disco».