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Óscar Casado
Viernes, 12 de mayo 2017, 23:33
Parecía que era el final, que el cierre era la única posibilidad para MAC Thermal & Process Industries. Pero en el último momento se ha conseguido mandar el partido a la prórroga, porque lo que sigue estando claro es que todavía no se ha ganado. Queda mucho por pelear, pero al menos las últimas noticias han traído algo de esperanza a la dirección de la empresa, que ya se preparaba para presentar los expedientes de extinción de empleo para todos sus trabajadores.
Pero entonces llegó una posible salida, una luz con un punto de partida idéntico al que originó toda esta pesadilla: Abengoa. El gigante de las energías renovables fue la principal causa para que MAC se viera en la situación comprometida en la que se encuentra, después de no pagar trece millones de euros por trabajos realizados, en su mayoría, en el año 2015.
Ahora, en pleno concurso voluntario de acreedores, tras haber cumplido la plantilla dos expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y estar atravesando su tercero consecutivo, parece que la actividad puede volver al taller. El motivo que justifica este clavo ardiendo es que la firma andaluza, al parecer, está en disposición de empezar a desembolsar lo que debe.
El propio director general de MAC, Andrés Abad, explica que se ha llegado a un acuerdo con Abengoa para establecer un calendario de pagos que «abre la posibilidad de la continuidad», afirma con cierta alegría aunque mantiene toda su prudencia.
Unos recelos que se entienden porque éste es un proceso del que ya se ha hablado en otras ocasiones, en las que incluso se ha realizado algún pago por parte de Abengoa. No obstante, parece que esta nueva intentona tiene más posibilidades de ser real. Para empezar, ya se ha realizado el primer pago del acuerdo, cuyos términos se tienen que mantener dentro de la confidencialidad. «Esta vez sí que nos podemos creer que por lo menos llegamos a la próxima estación», explica Abad, respecto a los compromisos que han posibilitado que los responsables de la firma mirandesa sigan viendo la continuidad como algo factible.
Eso sí, después de tanto tiempo tratando de salir del pozo tampoco tienen todas consigo, por lo que tienen claro que va a ser una «carrera por etapas», ejemplifica Abad, que recuerda que va a depender en gran medida de que el gigante energético siga cumpliendo con lo pactado. Una premisa que cuenta con cierta incertidumbre ya que «las garantías de Abengoa hasta la fecha son las que son», lamenta el responsable de la firma.
Con este plan para ir cumpliendo con los compromisos en marcha, se abre una nueva ventana para la empresa. Tampoco será nada fácil y el cinturón seguirá apretado, ya que habrá que realizar un plan de viabilidad que debe de firmar el administrador concursal y luego se tiene que presentar al comité, como representante de los trabajadores.
Y es que el haber conseguido un acuerdo con el gigante de las renovables, no hace que el cielo se despeje por completo para el futuro de MAC. De hecho, ahora será un momento en el que habrá que llegar a acuerdos con proveedores y posiblemente con la plantilla. Lo que de momento es seguro es que el primer paso está en que el administrador concursal firme el documento para dar el visto bueno al camino marcado para la salvación de la empresa.
Último instante
El primer pago establecido en el calendario con Abengoa ha coincidido con dos puntos ya marcados de antemano. El primero de ellos afectaba a los trabajadores porque ayer era el día fijado para presentar el expediente de extinción de empleo para todos los contratos de los antiguos Talleres MAC.
De hecho, la reunión a la que estaba convocado el comité de empresa tenía como único punto del orden del día iniciar los trámites para finiquitar las relaciones, aunque finalmente se cambió en el último momento debido a las noticias del primer pago. Una transferencia que posibilitó que los responsables aparcaran esa idea para plantearse el plan de viabilidad.
En la actualidad, desde la firma se señala que son «aproximadamente 70» los empleados que siguen manteniendo una vinculación con la empresa. Un número que en tiempo de ERTE ha ido bajando por diversos motivos, que han ido desde los despidos que se produjeron en el segundo expediente, hasta jubilaciones que se han producido en los poco más de 16 meses desde que se empezaron con las medidas. En este sentido, hay que recordar que cuando empezaron todos los problemas en el último trimestres de 2015, MAC contaba con una plantilla que rondaba los cien empleados, siendo una de las empresas más potentes en cuanto a facturación de la ciudad.
El otro punto de coincidencia es la publicación de las cuentas de Abengoa en el primer trimestre de 2017 tras su reestructuración bancaria. Unos números en los que se observa cómo el gigante trata de resurgir con un beneficio neto de 5.561 millones de euros, con la contratación de proyectos por un valor de 200 millones de euros.
Un balance prometedor, también en lo que refiere a MAC, que espera poder empezar con algo de actividad porque en estos momento no hay pedidos. «No hemos podido tener carga de trabajo debido a los problemas financieros», confiesa Abad, que espera que con este nuevo convenio aparezcan «posibilidades para enfrentarnos a pedidos que están en el mercado».
La plantilla, contenta y a la espera de las medidas
Este balón de oxígeno para la viabilidad de la empresa ha pillado por sorpresa a los trabajadores. De hecho, la plantilla se enteró en una reunión a la que estaban convocados por un fin muy diferente. Pero de ella se salió con una esperanza ante la que los trabajadores están «muy satisfechos», explica el secretario comarcal de CCOO, Paco González.
Ahora, tanto el administrador concursal como los empleados están dispuestos a escuchar el plan de viabilidad que se presente por parte de la firma. Eso sí, de momento no se conoce por parte del comité en qué va a consistir y se espera que en la semana que arranca con el 22 de mayo se pueda conocer algo sobre el rumbo que pueda tomar MAC.
«No sabemos lo que se va a hacer ni los planes que se tienen», aclara González, que explica que por una parte la plantilla está contenta y lo ven como algo «positivo» ya que se sigue por la línea de la continuidad.
Eso sí, también se mantienen expectantes ante las medidas que se puedan tomar en el anunciado plan de viabilidad. Una fórmula que puede afectar a los trabajadores, que una de las cosas que han pedido es que se presente a la mayor brevedad posible y no se espera al final del actual ERTE, que concluye el 30 de junio, para presentarlo.
De momento esta demanda ya se ha atendido por parte de la empresa, y ahora solo queda ver los términos en los que se traduce esta viabilidad. Por lo tanto, desde el comité ahora se mantienen a la espera para conocer cómo se resolverá, si «vendrán con reducciones de plantilla o un nuevo ERTE», aclara González.
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