Las piscinas del polideportivo tendrán desde hoy seguridad privada en el turno de tarde

El altercado provocado por un grupo de quince personas que, desatendiendo los requerimientos del personal del polideportivo, se metió con ropa en las piscinas de verano, llevó al Ayuntamiento a plantearse la contratación de seguridad privada. Una medida que hoy mismo se va a poner en marcha, en el turno de tarde, una vez que se ya se ha seleccionado a una firma para asumir esas tareas de vigilancia y control.

Tras solicitar varias ofertas se ha optado por Soul Security, una empresa mirandesa que ya se viene encargando del control de varios locales nocturnos de la ciudad, entre otros establecimientos. Un miembro de su plantilla recorrerá las instalaciones de verano de Anduva todos los días de la semana, de las 15.00 a las 20.00 horas, la franja diaria en la que hay una mayor afluencia de bañistas a la zona. Un entorno en el que además está previsto que preste una especial atención al perímetro, para evitar la entrada a través de agujeros abiertos en la valla. De hecho, esta misma semana, el concejal de Deportes, Alexander Jiménez, reconoció que tenían constancia de varios tramos rotos, pese a que todas las semanas se realizan reparaciones. «Es más fácil rajar que reparar», apuntaba entonces.

De ahí, que entre los cometidos del responsable de seguridad esté el de vigilar los límites de la instalación además de garantizar que se cumplan las normas cuando, como ocurrió el pasado domingo, no se atiende ni a los requerimientos de los socorristas ni a los del propio personal del polideportivo. «Tienen que hacer cumplir las normas, pero no son autoridad», se admitió entonces. Por eso, ahora se apuesta por contar con alguien acostumbrado a lidiar con ese tipo de problemas.

Aunque no hay que olvidar que también va a contar con un mayor apoyo de la Policía Local, que va a acudir al polideportivo con más asiduidad. Tal y como ya apuntó el martes el concejal de Seguridad Ciudadana, Joaquín Muñoz, los agentes se acercarán dos o tres veces a las piscinas en los días de mayor afluencia, además de darse varias vueltas por el perímetro.

Su presencia será perfectamente identificable gracias al uniforme, algo que no está previsto que lleve la persona de seguridad privada, aunque sí se ha planteado que vaya vestido siempre de la misma manera para que su presencia acabe siendo reconocible por los usuarios. Llevará pantalones y botas negras y una camiseta que será siempre igual. Y es que está previsto que su presencia sea continua y permanente hasta que finalice la temporada de baño y se cierren las piscinas de verano.

El Ayuntamiento no ha tardado ni una semana en adoptar medidas encaminadas a mejorar la seguridad en Anduva, pese a que han pedido varias ofertas y que el martes aún no se había definido cómo iba a ser ese servicio extra, ni cuánta gente iba a ser necesaria. Era algo que no estaba previsto con anterioridad porque, tal y como apuntó Jiménez, no se tenía conocimiento de incidentes similares recientes. «No nos había pasado nada parecido antes», aseguró. Solo recordaba un problema vivido hace tres años con una persona que también utilizó la piscina vestida y fue expulsada, pero «le tuvimos que dar la razón porque justificó mediante certificados médicos que tenía problemas en la piel».

Nada que ver con lo ocurrido el pasado día 9, cuando tras acceder al recinto, por el control de acceso, se lanzaron al agua vestidos con ropa de calle ante la sorpresa del resto de usuarios y sin atender a las recriminaciones de los empleados de unas instalaciones llenas en una jornada muy calurosa.