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J. A. Pérez Capetillo
Viernes, 23 de marzo 2018, 20:16
Jon García (33 años), Julen Castrillón (27), Beñat Egiazu (24), Íñigo Collazo (32), Erik Expósito (24), Bikendi Alza (25), Osertz Aldai (41) y el patrón Iker Agirresarobe (41 años), fueron este viernes quienes formaron la tripulación de Deusto que, por cuarto año consecutivo, se impuso en la 38ª edición de la Regata Ingenieros-Deusto, la Oxford-Cambridge bilbaína. Se esperaba mucho viento y lluvia a mares durante esta clásica del remo, pero el cielo respetó y hasta la temperatura fue agradable en el momento de la regata -entre las 18 y las 18.30 horas-. Lo que faltó fue emoción. Deusto, intratable, empleó al final un tiempo de 25 minutos y 59 segundos, por los 27.12 de la Escuela de Ingenieros. José Ángel Iribar, padrino de los azules, no pudo dar suerte a una tripulación que se descolgó desde muy pronto. Por su lado, la diputada de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada, ejerció de madrina de los ganadores, que con este claro triunfo suman ya 24 en su palmarés, por los 14 de Ingenieros.
El Viernes de Pasión vivió un desafío, patrocinado por EL CORREO, en el que destacó solo el color rojo de Deusto. Casi desde el inicio en Erandio, los de Iker Agrirresarobe tomaron ventaja. Y cumplida la primera milla ya se escapaban por 16 segundos. La regata estaba casi sentenciada. La renta en la segunda milla era ya considerable, de 35 segundos. Y de 58 en la tercera. Deusto entró cómodo en meta sin el sonido de la bocina, que se le cayó al agua a la persona encargada de hacerla sonar. Un minuto y 13 segundos después cruzó la línea de llegada Ingenieros, tras una prueba celebrada con un molesto viento en contra y contracorriente en una cita que remonta la Ría del Nervión y en la que los botes cruzan por puntos emblemáticos como el Museo Marítimo, el Palacio Euskalduna o el Museo Guggenheim, para terminar delante del Ayuntamiento de Bilbao tras cuatros millas náuticas (7.408 metros). Esas condiciones adversas del viento derivaron en el tiempo empleado por el ganador, 3 minutos y 45 segundos más que cuando Deusto venció hace un año.
José María de Gorostiaga, presidente fundador de esta querida regata en la Villa se felicitaba, cuando la prueba transcurría por la primera milla, al no cumplirse las previsiones climatológicas. «Es una bendición, ya que los pronósticos eran malísimos… que si mucha lluvia, huracán… yo que sé. Ha sido una sorpresa. Vemos que a la altura de la primera milla Deusto es claramente superior. Como empieza acaba, no suele haber vuelcos», avisó. Y no los hubo. Ni por asomo. Ingenieros no pudo seguir la estela de una embarcación de Deusto que inscribió de nuevo su nombre en la bandeja de plata. Fernando Asenjo, delegado de la Universidad de Deusto, reconocía el esfuerzo de los suyos mientras Iker Agirresarobe comentaba a los medios que «con el mismo bloque que el año pasado sabíamos que batirnos iba a ser difícil. A la altura de Rontegi ya hemos abierto hueco, que cada vez era más grande, y ya solo hemos mirado nuestra remada. Ha habido zonas con viento en contra y para los remeros ha sido una regata dura», resumió. Sus compañeros no le lanzaron al agua para cumplir con el rito del chapuzón. «Les he dicho que por favor no lo hicieran porque daban casi nieve. Y ando un poco acatarrado», descubrió Agirresarobe. Su tripulación ofreció este viernes una exhibición de autoridad.
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