Haritz Mujika: «Espero aprovechar esta oportunidad y mantener al Amorebieta en Segunda»

Pocas veces el ambigú de Urritxe, reconvertido este curso en sala de prensa, ha estado tan lleno como este miércoles. La noticia de la destitución de Iñigo Vélez en el Amorebieta sobresaltó a propios y extraños por los sorpresivo e inesperado de un movimiento que no se intuía. El lugar del vitoriano lo ocupará ahora Haritz Mujika, su segundo de a bordo estas últimas temporadas. El de Pasaia, presentado este mediodía, estuvo acompañado por el presidente del club, Jon Larrea, y el director deportivo, Asier Goiria, quienes quisieron detallar también los motivos que les han llevado a tomar una «muy dolorosa decisión».

«Lo más sencillo hubiera sido no hacer nada. Nosotros somos los primeros que queríamos estar estos cuatro años con Iñigo, nuestra intención siempre ha sido esa. Pero las condiciones del fútbol son así y ya sabemos cuál es nuestra situación», explicaba el máximo mandatario de la entidad. «Habrá gente que entienda la decisión y gente que no. Cómo lo verán los socios y las socias no lo puedo responder. Pero nosotros somos ambiciosos y no queremos dejar escapar esta oportunidad», proseguía Larrea. «Muchas veces se toman decisiones en circunstancias que luego el tiempo te dirá si has acertado. Pero creíamos que es lo que teníamos que hacer».

En términos similares se expresó también Asier Goiria, que no podía ocultar en su rostro la dureza del momento. No en vano, su relación con Vélez de Mendizabal iba más allá de lo meramente profesional. «La palabra 'duro' se queda corto», expresaba. «Pero creo que es lo que necesitaba el equipo». El director deportivo de los azules fue contundente en su argumentario. «Nosotros no hemos venido aquí de pasada, creo que desde el principio lo dijimos. Queríamos hacer un buen año y, además, que tuviera continuidad. ¿Dónde? En Segunda División. Y para eso, a veces hay que tomar decisiones como éstas. Seguramente no sean populares, pero hay que tomarlas», espetaba.

La elección de Mujika como nuevo entrenador responde a que «teníamos muy claro el perfil que necesitábamos, tenía que ser alguien que conociera muy bien a los jugadores dado el tiempo que queda, y alguien que los enchufase, que les metiese esa positividad y esa energía que nos hace falta». «La apuesta ha sido clara, no ha habido ninguna duda al respecto», zanjaba. Goiria, eso sí, no desaprovechó la oportunidad para lanzar un aviso a navegantes: «Una decisión de éstas es dura para el vestuario. Yo también he sido futbolista y he vivido este tipo de experiencias. Una destitución siempre es jodida. Pero no cabe duda de que cuando hay una destitución, toda la culpa no la tiene el míster. En ese sentido, el jugador también se tiene que sentir partícipe de todo».

Haritz Mujika tiene ante sí un enorme reto que ha aceptado de buen grado, pese a su inexperiencia en los banquillos y a sabiendas de que no será nada fácil. Debe reconducir la situación de un Amorebieta inmerso en su peor momento del curso, a siete puntos de la permanencia y con los ánimos muy tocados en la caseta. «Me han pedido que coja el equipo. Yo estoy para ayudar. Y si para eso hay que dar un paso adelante por el equipo, lo voy a dar», han sido sus primeras palabras como titular del banquillo zornotzarra.

A falta de experiencia, ya que esta será la primera vez que tome las riendas de un equipo, Mujika señala que llega con «muchas ganas». Y tiene muy claro cuál será su primer objetivo: «Sobre todo, hacer borrón y cuenta nueva en la cabeza de los jugadores, ser conscientes de que lo que hemos hecho hasta ahora no nos ha valido y que hay que mejorar». En este sentido, considera vital «tener una mentalidad positiva, de trabajo y de seguridad en nosotros mismos. Eso es lo que nos va a llevar a estar en Segunda el próximo año».

El exdelantero, que colgó las botas hace tres temporadas en Urritxe, se mostró nervioso pero con las ideas muy claras durante su comparecencia ante los medios. «Es una gran responsabilidad, nunca había estado en esta situación», reconocía. «Empiezo a entrenar en una categoría a la que muchos no han llegado y en la que a muchos les gustaría entrenar. Es una oportunidad y espero aprovecharla manteniendo al Amorebieta en Segunda División», aseveraba.

Mujika conoce la plantilla y el vestuario de primera mano. Por ahí tiene mucho terreno ganado. Su trabajo, al menos en estos primeros días, será más de motivación que otra cosa. «Nos quedan 12 finales, 36 puntos. Y tenemos que ir a por todos», lanzaba. Lo que busca el técnico gipuzkoano es, principalmente, «arreglar las cosas en el campo, pero también fuera de él». «Quiero convencer al equipo de que tenemos tiempo suficiente». En este punto, el nuevo técnico de los azules incidió en que «tenemos que recuperar la ilusión y las cosas buenas del principio de temporada y darle un plus. Y con todo eso, sacar puntos y mantener la categoría».

Poco desveló sobre cuál será su libreto de estilo en este tramo decisivo de competición para el Amorebieta. Apuntó, eso sí, que «no voy a hacer mucha revolución». Pero también dejó entrever que su intención es recuperar la versión más reconocible del Amorebieta que ascendió a Segunda División. «Queremos recuperar temas del juego, cosas que los jugadores han perdido como esa intensidad arriba que nos caracterizaba, esa presión alta, esa agresividad defensiva… cosas que poco a poco se han ido diluyendo con el tiempo y que nos han hecho tener estos malos resultados, sobre todo en casa», concluía.