Vuelve el Tour de Francia Femenino 33 años después

A finales del pasado año se intuía que se acabaría tomando esa decisión después de la reunión mantenida por la organización, el sindicato femenino (CPA Women) y la Unión Ciclista Internacional (UCI), en la que se llegó a hablar además de la necesidad de llegar a un acuerdo en conjunto y general para establecer un salario mínimo y condiciones laborales para todas las mujeres corredoras.

Esta prueba, la vuelta por etapas más prestigiosa de ciclismo en ruta, es sin duda uno de los mejores escaparates posibles para impulsar este deporte en femenino. Su fecha concreta se dará a conocer en octubre, pero todo parece indicar que será en la segunda quincena de julio, justo después de la masculina. Según Prudhomme, de no haber sido por la pandemia de coronavirus y la disputa de los Juegos Olímpicos de Tokio, se celebraría ya este año.

"La decisión ya está tomada", remarcó, sin dar ningún detalle sobre el número de etapas o los posibles recorridos. Lo que sí aseguró es que tendrá una identidad propia, "ligada al pasado y presente del Tour de Francia, y ¿por qué no?, quizá también al futuro".

El responsable de Amaury Sport Organisation (ASO), empresa organizadora de la ronda gala, también quiso destacar que para que se consolide y se mantenga con mujeres, deben "aprender de las lecciones del fracaso", apuntando a su rentabilidad. "Hay que dejar de lado la idea de paridad entre hombres y mujeres. Hubo una razón por la que esa carrera solo duró seis años, y fue la falta de equilibrio económico. Lo que queremos hacer es crear una carrera que mantenga el rumbo y resista la prueba del tiempo, lo que eso significa que no puede perder dinero. El desafío es montar una carrera que pueda vivir 100 años. Por eso queremos que siga el Tour masculino, para que la mayoría de los canales que lo transmiten también cubran el femenino".

Una prueba que reaparecerá tres décadas después, aunque tras esa última edición de 1989 se trató de recuperar bajo otras empresas o clubes organizadores, pero en ningún caso lograron su continuidad. En los noventa y principios del 2000, se celebró una cita similar bajo distintos nombres, primero el Tour de la CEE femenino, luego Tour Femenino y más tarde Grande Boucle, soportando diversos problema económicos, sobre todo de patrocinio, que la hicieron cancelar alguna edición e ir perdiendo prestigio, siendo en algunos años carrera amateur, aunque con la presencia de varios equipos profesionales. Como Grande Boucle la vizcaína Joane Somarriba se adjudicó la victoria en cuatro ocasiones.