«Libros bellos, no lujosos, pero sí elegantes». Enrique Redel, director de Impedimenta, defiende que en su editorial ponen más atención «a lo que va dentro que al envoltorio», si bien su colección destaca en las librerías por sus cuidadas ilustraciones. e. c.

El contenido importa, pero qué bonitas las portadas

Impedimenta cumple 10 años recuperando a los clásicos modernos con la bandera de la independencia editorial

Martes, 15 de agosto 2017, 01:46

La editorial Impedimenta celebrará en septiembre sus diez primeros años de vida, razón más que suficiente para que su director, Enrique Redel, pase sus vacaciones ... en el exclusivo Lago de Cuomo, a una hora de Milán en coche, en una villa situada frente a la de George Clooney. Pero ¿da para tanto la edición independiente en España? «Aquí hay un malentendido. Cuomo no es nada caro. Hemos mirado en Zarautz, Noja y San Vicente de la Barquera, y nos salía igual. Nos despertamos frente a la casa en la que también estuvieron Stendhal y Mary Shelley. Ya te pasaré algunas direcciones», matiza desde el paraje italiano.

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En septiembre de 2007, Impedimenta puso en las librerías su primer título, ‘La abadesa de Castro’, del propio Stendhal. Al siguiente año, ganaron el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial junto a otros editores del grupo Contexto, como Luis Solano de Libros del Asteroide y Julián Rodríguez de Periférica. «Compartimos una misma vocación de recuperar títulos clásicos que no estaban en librerías o que nunca se habían editado en español. Teníamos entonces unos 35 años, experiencia en otras editoriales y la misma distribuidora. Nos conocíamos y nos seguimos apoyando», relata Redel.

A él le interesaba crear un fondo con los clásicos modernos. No entendía por qué en las librerías resultaba imposible encontrar las obras de Iris Murdoch o John Fowles. Además, los derechos de esos libros estaban al alcance de su limitado presupuesto y las posibilidades de recuperar la inversión eran considerables.

Muy pronto Impedimenta recibió un fuerte empujón al ganar en 2008 -el mismo año que el galardón del Ministerio de Cultura- el Premio Llibreter, codiciado por los editores al darlo los libreros catalanes al título que a ellos les gustaría recomendar: ‘Botchan’, de Natsume Soseki. Así empezó el circuito del boca a oreja. «Luego publicamos a Stella Gibbons y a Penelope Fitzgerald y entramos con buen pie en la literatura escrita por mujeres». Un tercer refuerzo vino de la novela ‘Nostalgia’ de Mircea Cartarescu, el escritor rumano que suena cada año como ganador del Nobel. «Ahí ganamos a un lector de novela culta al que también cuidamos mucho».

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Los libros.

Mohicanos

Los libros de Impedimenta saltan a la vista. Siempre he deseado publicar objetos bellos, no lujosos, pero sí elegantes, que te guste llevarlos, acompañarlos, atesorarlos, que su presencia física sea armoniosa, nada agresiva. Esto tiene una explicación. Además de haber estudiado Derecho y de ser editor, he dibujado mucho en mi vida porque es algo que se me ha dado con bastante facilidad», explica Redel, creador del diseño de la colección.

La belleza de los libros de Impedimenta les convierten en candidatos a ser el perfecto regalo, pero su editor subraya que no tienen picos muy acusados de ventas en Navidad o en la fiesta de Sant Jordi de Barcelona. «El impulso a la hora de comprar es fundamental, como en todo, y que un libro tenga el reclamo de una buena portada por supuesto que ayuda. Pero lo nuestro es el día a día, y quiero pensar que cuenta más el contenido que el envoltorio».

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Entre las novedades que han preparado para el trimestre de septiembre a noviembre aparece una obra de Cartarescu, ‘Solenoide’, traducida como las anteriores del autor por la bilbaína Marian Ochoa de Eribe. También publicarán otros autores clásicos de la editorial, como Kingsley Amis (’Stanley y las mujeres’), Siegried Lenz (’El desertor’) y John Fowles (’La torre de ébano’), además de una reedición de ‘La librería’ de Penelope Fitzgerald. Desde hace unos años, Impedimenta ha incorporado a escritores españoles vivos, caso de Pilar Adón y de Jon Bilbao, del que apareció el pasado año ‘Estrómboli’, una de sus mejores colecciones de relatos.

Redel y sus amigos editores se consideran discípulos de aquellos que inventaron en España edición independiente, caso Jorge Herralde con Anagrama y Beatriz de Moura con Tusquets, aunque las diferentes épocas de inicio de sus trayectorias deja la puerta abierta a las matizaciones. «Nos sentimos como los últimos mohicanos, por tomar la expresión de Herralde, en el sentido de que parece que vamos a la contra de lo que dictan los tiempos, y de hecho él mismo dice que se reconoce en nosotros. Pero quizá nuestros presupuestos sean más pequeños que los suyos en los primeros tiempos». Con todo, lmpedimenta lleva diez años dando la nota de color a la edición española y a su director le da de sobra para pasar unos días en el lago de Cuomo.

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