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Anne Raben, experta en obesidad y diabetes.
«Es posible que los niños de ahora vivan menos por sus hábitos poco saludables»

«Es posible que los niños de ahora vivan menos por sus hábitos poco saludables»

Anne Raben, coordinadora de un programa de la UE contra la obesidad y la diabetes, apuesta por gravar con más impuestos los alimentos y bebidas con un elevado nivel de calorías

ane urdangarin

Domingo, 4 de septiembre 2016, 01:50

2.500 ciudadanos prediabéticos de Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda participan en Preview, un ambicioso estudio impulsado por la UE que persigue saber cuál es la mejor combinación entre dieta y ejercicio físico para prevenir la obesidad, el principal factor de riesgo de la diabetes tipo 2. Su coordinadora, Anne Raben, de la Universidad de Copenhague, ha expuesto en los Cursos de Verano de la UPV esta investigación que arrancó en 2013 y cuyas conclusiones se prevén para 2018. Unos resultados que esperan «sean útiles para los médicos y así sepan cuál es la mejor recomendación para sus pacientes en riesgo».

¿Obesidad es sinónimo de diabetes?

La obesidad es el principal factor de riesgo. El aumento de la población obesa va de la mano del incremento de diabetes tipo 2. Además de la epidemia de obesidad (obesity) se habla de epidemia de diabetes y obesidad, diabesity.

Así que tenemos que controlar la obesidad. ¿Empezamos por la dieta?

El principal factor de riesgo es la ausencia de ejercicio y una dieta demasiado calórica. No importa lo que comas si ingieres demasiadas calorías en comparación con las que quemas. Entonces, tendrás sobrepeso. Y también hay que tener en cuenta que las grasas contienen en doble de calorías que los carbohidratos o proteínas, así que es muy importante no optar por comidas grasas.

¿Y qué dieta proponen a los participantes en el estudio?

Estamos estudiando la combinación de dos dietas y dos programas de ejercicios, así que tenemos cuatro grupos de intervención en personas prediabéticas: los que están haciendo una dieta alta en proteínas y bajo índice glucémico, u otra moderada en proteínas y nivel glucémico. Todo ello combinado con dos programas de ejercicio de distinta intensidad, porque algunos dicen que es mejor hacer deporte menos horas pero de forma más intensa, y otros más horas e intensidad moderada. Lo que queremos saber es cuál es el plan más efectivo.

¿Tienen algunos resultados?

A los participantes les estamos siguiendo durante tres años. Los adultos se someten primero a una dieta de pérdida de peso durante 8 semanas, de cerca de 800 calorías diarias. Se trata básicamente de batidos y sopas combinados con algunos vegetales. Y pierden peso, la mayoría entre el 10% y 11% de su peso inicial. Así que si pesas 100 kilos pierdes 10 en 8 semanas, lo cual supone una buena pérdida de peso, rápida, y la gente se motiva mucho para continuar y aprender a modificar sus hábitos de vida para controlar el peso. Durante los tres años del estudio les hacemos siete análisis de sangre. Si desarrollan diabetes son derivados al especialista y dejan de participar. Pero creemos que con la pérdida de peso y ejercicio muchos de ellos no desarrollan la enfermedad.

Lo de tomar batidos y sopas no suena muy atractivo. Aquí celebramos todo en torno a la mesa y valoramos mucho nuestra cultura gastronómica.

Yo tampoco podría estar mucho tiempo con esa dieta. Es algo momentáneo para perder peso de forma eficiente y luego empezar a comer normal, un régimen de mantenimiento con una dieta equilibrada de proteínas y carbohidratos y sin tanta grasa. De hecho, para este proyecto hemos desarrollado, junto a los mejores cocineros daneses, algunos considerados los mejores del mundo, libros de recetas saludables que deberían ser utilizables en distintos países y culturas, lo cual es un reto.

El Reino Unido ha aprobado un impuesto sobre refrescos azucarados. ¿Qué le parece?

Nosotros no analizamos este aspecto, pero es lógico, sobre todo en las bebidas. Porque los fluidos no son muy saciantes. Como no te sacian, además luego comes algo. Si ingieres las mismas calorías en alimentos saludables, te nutren y además te sientes más lleno. Lo de las tasas no solo sirve para los refrescos, sino también para el alcohol, etc.

¿El resto de los gobiernos deberían tomar este tipo de medidas?

Tiene sentido que haya una tasa especial sobre alimentos y bebidas poco saludables. Eso ayuda a que la gente modifique sus hábitos de compra. Si una cosa es más cara que la otra, comprarán la barata. La gente es muy sensible al precio, yo misma lo soy. Un día me hizo mucha ilusión ver que un refresco de cola light era más barato que el refresco normal, porque así ahorras dinero y de paso ingieres menos calorías.

¿Y poner tasas a la 'comida basura' en general?

Sí. Cuando en Estados Unidos puedes comprar una comida a base de una gran hamburguesa por un dólar... Es muy barato y te llenarás, pero es todo grasa y escaso en nutrientes.

Volviendo al azúcar, he leído a algún investigador decir que es tan adictivo como algunas drogas.

Algunos así lo dicen, pero personalmente creo que no hay ninguna evidencia científica.

Los niños y los dulces

¿Por qué en general los niños tienen una mayor preferencia por el dulce?

Probablemente porque la leche materna es muy dulce y cuando son muy pequeños les apetece ese dulzor. Pero a partir de unos 3 años ya no deberían tener tanta preferencia.

La Asociación Americana del Corazón acaba de recomendar que los niños no ingieran más de 25 gramos de azúcares al día, lo que equivaldría a seis cucharadas pequeñas. ¿Qué le parece esta medida?

Probablemente está bien porque realmente no necesitamos azúcar. Podemos comer pan o fruta en vez de echar cucharillas de azúcar a lo que tomamos o tomar chucherías o refrescos. Nuestro cuerpo necesita carbohidratos con glucosa, que van al flujo sanguíneo y al cerebro, pero no necesariamente azúcar blanco.

¿Niño obeso, adulto obeso?

Muchas veces. En conferencias recientes se ha dicho que la de los niños de ahora va a ser la primera generación que va a vivir menos que sus antecesores por sus estilos de vida tan poco saludables. Hasta ahora, siempre hemos vivido más que nuestros padres y abuelos. El panorama asusta. Por eso creo que hay que centrarse en los niños, porque sus hábitos se pueden modificar. Hacerlo de adulto cuesta mucho más.

Hablamos de ejercicio y comida, ¿pero qué otros factores controlables, como el sueño o el estrés, influyen en la obesidad?

También lo estamos analizando en nuestro estudio. Estamos midiendo los hábitos de sueño con algunos pequeños estudios del cerebro mientras duermen para medir su actividad. Porque parece que la obesidad y la diabetes están también relacionadas con las horas de sueño. No es bueno dormir pocas horas. Hay quien dice que dormir demasiado tampoco es bueno, pero con las evidencias existentes no lo tengo tan claro.

¿Y el estrés?

Es más difícil de controlar que la dieta, el ejercicio y el sueño, porque te viene de fuera. Pero puedes intentar trabajar para reducirlo.

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