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María Jesús Esteban Galarza posa con el galardón.
«Hay estudiantes que creen que las matemáticas son un castigo»

«Hay estudiantes que creen que las matemáticas son un castigo»

La investigadora y matemática María Jesús Esteban Galarza, ha recibido el Premio Emérito Elhuyar por su trabajo en favor de la divulgación científica y la normalización del euskera

iraitz vázquez

Lunes, 22 de mayo 2017, 01:45

La investigadora y matemática del centro nacional CNRS de Francia María Jesús Esteban Galarza (Alonsotegi, 1956) defiende que la manera de enseñar las matemáticas es determinante para que muchos alumnos pierdan el miedo a esta materia. «Se deberían explicar de manera práctica para que el alumno vea para qué sirven y no sea una cosa abstracta», explica esta ingeniera y matemática, que acaba de recibir en San Sebastián el Premio Emérito Elhuyar por su trabajo en favor de la divulgación científica y la normalización del euskera.

¿Para qué sirven las matemáticas?

Sirven para casi todo. Sin ellas no tendríamos ni coches ni teléfonos móviles. Prácticamente todos los productos para calcular los precios o saber cuánto cuestan los seguros están gracias a ellas. Pero, además, detrás de las nuevas tecnologías también hay algoritmos. En definitiva, están en muchos ámbitos de nuestra vida.

¿Por qué se le atragantan las matemáticas a muchos de los jóvenes?

Para estudiar matemáticas hay que tener un razonamiento lógico aunque en la mayoría de ocasiones es cuestión de gustos. Pero en el gusto que se les coge también creo que hay que analizar la manera de enseñarlas. A muchos se les hace complicado estudiar cosas abstractas y nos comentan para qué sirven lo que aprenden en la escuela porque no lo entienden. En los institutos se debería explicar mediante ejercicios prácticos. Si de esa manera logramos motivarles conseguiríamos un objetivo más que aceptable.

¿La labor de los institutos entonces no es la adecuada?

En Francia estamos llevando a cabo una campaña con los profesores proponiéndoles una forma de enseñanza de las matemáticas que se lleve a cabo mediante ejemplos prácticos. Creo que de esta manera podemos motivar a los estudiantes.

¿Cómo se puede conseguir que a un alumno le acaben gustando las matemáticas?

Hay estudiantes a los que no se les da bien y, por contra, a los que les gustan las matemáticas. Una de las maneras para mejorar la actitud de los alumnos es explicándoles para qué sirven los ejercicios matemáticos. Si solo los estudian de manera abstracta, al final es un poco inútil lo que les estamos enseñando.

¿El problema del poco apego a esta materia es culpa del sistema educativo?

No conozco el sistema educativo vasco, por lo que voy a centrarme en lo que ocurre en el francés. En Francia, el problema es el de la motivación y las pocas horas que se le dedican a las matemáticas. Los últimos años el tipo de programa ha cambiado mucho y se nota que los estudiantes salen con menos conocimientos que antes. Ahora, estudian más materias pero con menor profundidad que hace unos años.

«Sin matemáticas no hay smartphone»

¿Cómo se le puede explicar a la gente qué son las matemáticas?

Lo más fácil es hacerlo con ejemplos. Muchas veces suelo dar conferencias a personas que nada tienen que ver con el mundo de las matemáticas. Entonces, lo que les digo es que tener por ejemplo un smartphone es imposible sin las matemáticas. Cuando consigues motivar a la gente, haces pensar y que vean lo necesarias que son.

¿Por qué están tan mal valoradas por parte del alumnado?

Porque no saben para qué sirven. Hay estudiantes que piensan que es un castigo para ellos y es el momento en el que se les atragantan.

Un alumno que quiere ir por letras, ¿debe también estudiar matemáticas?

Creo que sí. Por ejemplo, en sociología o economía hay que utilizar el cálculo y la estadística, por lo que es fundamental tener una base y un fondo. No solamente se deben estudiar las hipótesis sino también el razonamiento lógico.

¿Todavía hay lugar para seguir investigando en torno a las matemáticas?

Cada vez se investiga más y hay más problemas por resolver. La matemática cada vez tiene más aplicaciones en la industria, con nuevas utilidades. Con las nuevas tecnologías han nacido nuevos problemas y hay que resolverlos. Contrariamente a lo que la gente piensa, queda mucho por hacer de aquí en adelante. Detrás del diseño de nuevos materiales o medicamentos puede haber problemas matemáticos resueltos.

¿Qué problema le hubiera gustado resolver?

No tengo uno en particular por resolver. Yo sobre todo trabajo para aplicaciones en Física y Química pero ningún problema me obsesiona. Siempre estoy trabajando con dos o tres a la vez. Naturalmente quiero resolverlos pero no son fundamentales para mi carrera. Siempre hay alguno que se resiste y lo puedes dejar de lado pero lo retomas al tiempo con nuevos métodos de resolución.

¿Por qué decidió marcharse a investigar a Francia?

En aquella época la Universidad del País Vasco comenzaba su andadura y no había posibilidad de realizar una tesis de nivel. Me dieron una beca del Gobierno de Francia uno de los países líderes en esta materia y la oportunidad era muy buena. Tenía intención de volver a Euskadi cuando acabase pero me salió una plaza muy importante de investigadora y decidí quedarme en la ciudad más importante en matemáticas del mundo.

«Una investigación muy buena»

¿Cómo ve la situación actual de la Universidad del País Vasco?

Se hace una investigación muy buena, es muy diferente a la que yo conocí. Hay investigadores de un nivel muy alto con los que he colaborado.

¿Qué importancia tuvo para el euskera que las matemáticas se pudieran impartir en esta lengua?

Si uno quiere vivir en euskera también hay que poder estudiar con esta lengua. Me parece normal que se haya podido desarrollar un léxico para que la gente pueda hacer su vida en euskera. Es parte de la vida y de la opción de cada uno. Yo, por ejemplo, ni siquiera hago toda la parte de mi trabajo en francés, sino que lo llevo a cabo en inglés porque es la lengua internacional pero esto llega cuando te especializas.

¿Cómo ve la situación actual del euskera?

Ha mejorado mucho, se oye en las calles y todos los niños lo aprenden en los colegios. Ahora se ve publicidad en euskera en las paradas del tren o del autobús. Hace quince o veinte años era imposible, esto es un signo de que hay un público y la gente lo entiende, si no las marcas no se gastarían el dinero en la publicidad.

¿Hace más ilusión un reconocimiento como el de Elhuyar al ser otorgado en casa?

Naturalmente. Todo el reconocimiento que viene de Euskadi es muy especial para mí. Pero quiero decir que el trabajo que hicimos de divulgación científica en euskera se realizó en conjunto. Éramos un grupo de gente que quería crear ciencia e investigación en euskera y realizamos un diccionario de léxico a nivel universitario.

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