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A. Lafuente | olatz barriuso
Martes, 11 de abril 2017, 16:35
El arzobispo de Bolonia, el italiano Matteo Zuppi, acudió al acto de entrega de las armas de ETA en Bayona como «testigo moral» y por ser «conocido por haber participado en varios procesos internacionales de reconciliación», ha asegurado en una nota oficial la asociación católica ... Comunidad de San Egidio, a la que pertenece el religioso romano.
La presencia de Zuppi en Bayona ha generado una notable polémica en Euskadi, donde los obispos han puesto el grito en cielo por no haber sido advertidos públicamente de que el arzobispo de Bolonia tendría un papel destacado en los actos de desarme de la banda terrorista ETA. En ese sentido, el comunicado de la Comunidad de San Egidio insistió ayer en que la asistencia de su religioso estuvo vinculada «al trabajo para la paz de nuestra comunidad, que ha contribuido a superar esta dolorosa página en la historia española».
Mientras tanto, la oficina de prensa del Vaticano también reafirmó ayer que la presencia de Zuppi fue «a título personal y no en representación de la Santa Sede, ni como arzobispo de Bolonia». Fuentes del Vaticano ya habían indicado a EL CORREO horas después de los actos de desarme que la Santa Sede no había enviado al arzobispo a Bayona y dejaron entrever cierto malestar al respecto.
Mucho más explícito fue ayer el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, quien mostró ayer su «sorpresa» y la del resto de los prelados vascos por la presencia en el acto de Zuppi, quien, según dijo, no tenía «bendición explícita ni implícita de la Santa Sede» para estar en el acto de desarme de ETA del pasado sábado en Bayona, sino que «lo hizo por su cuenta y riesgo».
Munilla admitió ayer su «sorpresa» y la del resto de los prelados vascos por la presencia en el acto de entrega de las armas de ETA en Bayona del arzobispo de Bolonia, acompañado por Harold Good, un sacerdote metodista norirlandés. En declaraciones a un programa de 'Radio María', Munilla destacó que el obispo de Bayona, Marc Aillet, tampoco había sido informado de la presencia del arzobispo en el acto de entrega de las armas.
Frente a esas declaraciones del obispo de San Sebastián, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha mostrado hoy su «perplejidad como creyente y como católico». Ortuzar, en una entrevista en Radio Euskadi, ha dejado patente su malestar por las «cosas que dicen algunos obispos vascos». Munilla y los prelados de Bilbao y Vitoria, Mario Iceta y Juan Carlos Elizalde, ya dejaron claro en una entrevista conjunta publicada por EL CORREO su postura crítica con el desarme de la banda terrorista. «Nace más con unos parámetros de estrategia política que de una decisión ética. Es claramente insuficiente, la sociedad espera que se disuelva porque su mera existencia es una amenaza», valoraron. El presidente del PNV ha dicho sentirse «más cerca» de los que representa Matteo Zuppi que de los obispos vascos y ha recordado la vinculación de su partido con la comunidad de San Egidio.
«Tenemos una vinculación con la comunidad de San Egidio, hemos trabajado con Mateo Zuppi, sabemos cuáles son sus posicionamientos, no solo sobre la cuestión vasca, sino en general, y nos sentimos identificados con esa Iglesia», ha subrayado, en apoyo también a su labor con los refugiados.
Zuppi ya ha participado anteriormente en procesos de resolución de conflictos, como el de Mozambique, y mantiene una relación fluida con Jonan Fernández, de cuya mano ha visitado Euskadi en varias ocasiones. El pasado enero, el secretario de Paz y Convivencia y el lehendakari Urkullu se entrevistaron en Roma con la Comunidad de San Egidio organización nacida en 1968 y con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.
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