Termina sin éxito la búsqueda del cuerpo de 'Naparra'

La búsqueda en Las Landas francesas del cuerpo del presunto etarra y supuesto dirigente de los Comandos Autónomos Anticapitalistas José Miguel Etxeberria, 'Naparra', desaparecido en 1980, ha finalizado este martes sin éxito, explicó el fiscal de Mont de Marsan, Jean-Philippe Récappé.

El representante del Ministerio público francés no descartó que el cuerpo pudiera haber sido enterrado allí en un principio y desplazado posteriormente, pero dejó claro que en la zona explorada no se han encontrado restos. Récappé destacó que las autoridades francesas ya han llevado a cabo el trabajo solicitado por las españolas, y que le corresponde ahora a estas proseguir las búsquedas. Naparra desapareció el 11 de junio de 1980 en Ziburu, en el País Vasco francés, cuando tenía 22 años, y su secuestro y asesinato fue reivindicado hasta en cinco ocasiones por el Batallón Vasco Español.

El caso de la desaparición había sido archivado en 2004 al no haber sido identificados sus autores, pero la Audiencia Nacional española lo reabrió el pasado octubre después de que la familia presentara nuevos datos que permitían «identificar el lugar exacto» en el que podría estar enterrado el cuerpo. Las autoridades francesas iniciaron la búsqueda con los datos transmitidos por las autoridades judiciales españolas.

Una de las dos zonas posibles fue descartada porque no se correspondía a la descripción del informe, y la otra, de varios centenares de metros, es la que se exploró hoy. La búsqueda, según el fiscal, fue confiada al Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería francesa (IRCGN), que analizó las capas interiores del terreno.

El dispositivo, que comenzó esta mañana, estuvo centrado en una zona boscosa del municipio de Labrit, en el suroeste de Francia. Eneko Etxeberria, hermano de Naparra, había avanzado hoy a EFE que en caso de que no se encontrara el cuerpo la familia no se iba a dar por vencida.

«Seguiríamos intentándolo, de una forma u otra. Es cuestión de voluntades, y no precisamente nuestras, sino de gente que seguro que sabe el paradero», dijo antes de que acabara la búsqueda el hermano, para quien estos últimos 37 años han sido prácticamente «una travesía en el desierto».

Es la primera vez, subraya, que han estado tan cerca de la oportunidad de hallar su cuerpo. «Me siento esperanzado, pero también realista ante la posibilidad de que no se pueda encontrar, de que la pista no haya sido buena», ha indicado en entrevista telefónica.