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alba cárcamo
Lunes, 1 de agosto 2016, 01:18
El mes más inhábil del año, en el que las vacaciones se tornan masivas, será decisivo para las elecciones vascas. Así que, desde hoy, los partidos cambiarán la sombrilla y el bañador por la oficina. Se juegan demasiado como para dejarlo todo aparcado hasta principios ... de septiembre. Previsores, manejaban la posibilidad de que la cita con las urnas les pisara los talones, por lo que lo «esencial» lo tienen más o menos atado. Pero alrededor de lo fundamental, de lo que más planificación y exigencia requiere, tienen un sinfín de remates por ensamblar.
PNV, oficinas en los pueblos
Los jeltzales pusieron en marcha pronto, en febrero, «la maquinaria» de trabajo. Y los candidatos y las listas llevan ya meses cerrados, por lo que después del 26-J se centraron en el programa, que está «prácticamente» finalizado. Manejan algunos eslóganes entre los que decidir y tienen prácticamente acotado «el esquema» de los actos políticos. Padecerán lo ajustado de los tiempos y la ausencia de vacaciones a nivel de «desgaste personal». Faltarán a su cita con el descanso, previsiblemente, los responsables de prensa y algunos cargos del partido. También se tendrá que sacrificar «mucha gente del diseño de campaña y la productora que hace los vídeos, que se tienen que grabar en agosto».
La mayor afección, sin embargo, no tiene que ver con su asueto personal, sino con el voto por correo. Suelen abrir oficinas en los municipios para resolver dudas de las que se encargan voluntarios, que deberán estar al pie del cañón prácticamente desde ya. Agradecen esa «vocación», mientras avanzan que seguramente se presentarán «complicaciones en cadena» en el caso del mailing, sobres en los que remiten a los electores el programa y la papeleta. Todavía deben «hacer una previsión, encargar el papel, elegir el formato...» con la vista puesta, precisamente, en que «igual la empresa» que se encarga de la impresión «está de vacaciones».
EH Bildu, movilización de las bases
En EH Bildu también reconocen que «vacaciones, poquitas» este año. Las sustituyen por «reuniones de urgencia» para «ajustar todas las fechas y calendarios». El adelanto electoral no les pilla «por sorpresa ni descolocados», pero les obliga a cambiar los planes. Incluso les ha forzado a acelerar el proceso que ya estaba en la recta final para que las bases de la coalición confeccionen las listas.
El programa no es un problema para ellos. «El proyecto que está haciendo Arnaldo Otegi y las propuestas de los grupos de trabajo, los parlamentarios y los militantes están muy adelantados», confirman fuentes de la formación soberanista. El «diseño» de la campaña, los «mensajes principales» que trasladarán a la ciudadanía y los «eslóganes» los tienen «a punto», igual que «los bocetos y propuestas del mailing», que están « perfilados». Lo que les va a suponer esta carrera contrarreloj, eso sí, es que «alguna semana que podíamos pensar que iba a ser tranquila, ya no lo va a ser».
En su caso, inciden en que «no somos de gastar demasiado», si bien tener «en un año y unos meses cuatro elecciones es una cosa tremenda» para las arcas de los partidos, aunque recuperen gran parte del presupuesto vía subvenciones. Cuentan, creen, con un importante aval para sacar adelante el ingente trabajo: «Somos el partido con mayor militancia del país». Unos simpatizantes que «en las municipales y las autonómicas se vuelcan» y ayudan a «paliar el tema financiero».
Podemos, eficiente y barato
Eduardo Maura ha sido aplicado. El jefe de campaña de Podemos confiesa que «el diseño principal, las líneas maestras, actos, tipo de imágenes... está más o menos construido desde hace un mes». Solo le quedan «algunos flecos». Hoy, además, ya tendrán candidatos, después de cerrarse ayer la primarias para elegir las listas de los tres territorios.
Ahora el reto que se les plantea es «adaptar a los tiempos» todo lo que habían organizado, «escapar de la encerrona», bromea. Asume, eso sí, que «mi plan de vacaciones va a cambiar porque voy a trabajar mucho este mes». Tienen que seleccionar los «bloques» del programa, cuya elaboración arrancó «en abril», y acelerar la impresión de la papelería. Aunque está tranquilo. En su opinión, «en una campaña lo difícil es la construcción de lo que quieres decir, en qué términos, qué objetivo buscas». Esa parte ya está cerrada, así que el adelanto no les «perturba demasiado». Quizás les resta algo de tiempo para buscar financiación, pero «nosotros tenemos capacidad de hacer campañas más eficientes y baratas. Y no nos ha ido mal».
PSE-EE, diseño terminado
«Algunos que teníamos vacaciones aquí estamos», contestan los socialistas. También han «reajustado» calendarios para llegar a punto al 9 de septiembre. Al menos disponen de algo muy importante: candidatos. Y el programa está prácticamente cerrado. Eso, «más o menos», les deja comenzar a planificar lo demás.
Ttodo lo relacionado «con cartelería, marquesinas, vallas..., que cada vez es menos, ya está diseñado», aseguran fuentes del partido. Darán «algún acelerón en la imprenta», pero estaban «preparados» para un posible adelanto electoral. De hecho, apuntan portavoces del PSE-EE, «habíamos concentrado los días de descanso» en la primera quincena de agosto para estar al pie del cañón en la segunda por si sucedía lo que lo que el lehendakari anunció el viernes: elecciones en septiembre.
En el peor de los casos, tendrán que «mover los actos» de fecha, aunque, como siempre, empezarán con un mitin «de arranque» horas antes (el jueves 8) del inicio de la campaña. Antes de eso, no obstante, mantendrán reuniones para diseñar estrategias, como la del «voto por correo», ya que no saben cómo influirán las vacaciones en él. También deberán remitir el mailing cuanto antes porque a sus simpatizantes «les gusta ir con la papeleta desde casa». Muchas cosas que pensar, pero todas ellas solucionables. «Hablando sólo de lo material, nosotros vamos muy avanzados; hay partidos que todavía no han hecho ni las fotos de campaña», avisan.
PP, maquinaria engrasada
La responsable de campaña del PP, Nerea Llanos, podrá respirar algo más tranquila hoy, cuando se anuncie el candidato de los populares a lehendakari. Les faltaba un cabeza de lista, pero habían sido previsores y, el programa, por ejemplo, está casi concluido. Eso sí, le sobrarán trabajo y «preocupación» estas semanas porque «se trastocarán los planes de mucha gente». Los suyos, los primeros, pero también los de los «voluntarios», personas «muy implicadas» a las que pedirán un esfuerzo más.
La también secretaria general del partido en Euskadi asegura que la «ventaja» es que «acabamos de tener unas elecciones y la maquinaria está bastante bien engrasada». Pero hay una serie de imprescindibles de cualquier campaña que exigen un arreón, como «elegir el lema, los escenarios, reservas para actos». Los eventos los repensarán «porque en estas fechas se mezclan con las fiestas» de muchos municipios. Aunque el verano influye igualmente en otros factores, como que pueda «haber más voto por correo» porque en septiembre todavía haya «muchos ciudadanos» disfrutando de un periodo de asueto.
Para ellos, tendrán que diseñar «antes el mailing» y las sedes deberán estar listas «para informar a los votantes si tienes dudas». Será asimismo complicado «conseguir apoderados e interventores», por lo que igual «eso tenemos que concentrarlo en septiembre». Le tranquiliza saber que «tenemos un equipo que está muy bien» y que permitirá «llegar a todo», afirma.
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