Margallo avisa que el 155 «no es un artículo exótico de la Constitución»

"Lo que hay que hacer" desde el Gobierno, "con absoluta normalidad democrática", es "restablecer el imperio de la Constitución y de la Ley" cuando ésta se incumple, ha señalado García-Margallo en una conferencia organizada por antiguos alumnos de la Universidad de Deusto, donde estudió el ministro.

Con ese objetivo, ha dicho, el Gobierno va a interponer un recurso a la resolución aprobada ayer en el Parlamento catalán para conseguir que el Tribunal Constitucional resuelva su suspensión, lo que conllevaría que "la declaración de ruptura unilateral jurídicamente no ha existido y no va a tener existencia nunca" y, por tanto, "ningún acto derivado de esa declaración puede tenerla". A su entender, el Constitucional decidirá de esa manera que la resolución "no va a tener ninguna vida jurídica".

En cualquier caso, ha asegurado, "el Estado de Derecho es extraordinariamente fuerte y tiene los instrumentos para hacer cumplir la Constitución y las leyes y, por tanto, no va a haber anarquía de ningún tipo" respecto a Cataluña.

Una respuesta «a medida»

Sobre la posibilidad de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el ministro ha pedido "no anticipar acontecimientos" ya que "primero hay que ver cuáles son los actos en que se plasma esa decisión se seguir la vía soberanista y, en función de cuales sean sus decisiones, se aplicarán los remedios que sean convenientes". "A la medida que ellos adopten", el Gobierno adoptará por su parte la medida mas conveniente, proporcionada y eficaz para restablecer la Ley", ha sentenciado.

García-Margallo ha advertido de que, en cualquier caso, el 155, que recoge la suspensión de la autonomía, "no es un artículo exótico de la Constitución", ya que existe en otros países. El ministro ha mostrado su convicción de que "la Ley se va a cumplir en todo el proceso" dado que "no hay un Estado en el mundo que pueda permitirse que algunas leyes no se van a cumplir" y, "si no gustan, las leyes hay que cambiarlas por el procedimiento establecido", pero no cabe "saltárselas a la torera".

Se ha preguntado "qué ocurriría si Tarragona decide autodeterminarse de la Generalitat o si deciden los catalanes que no van a cumplir las normas aprobadas por el Parlament", y ha concluido que se entraría "en una anarquía absoluta que es, exactamente, el peor de los estados".

El ministro ha asegurado que "el camino soberanista no conduce a ningún sitio", ya que "ese tema se va a discutir en el exterior" porque la "viabilidad de una Cataluña independiente depende del reconocimiento internacional de instituciones como las Naciones Unidas", que no van a lograr por el veto que impondrían países como Rusia y China.