Razones para volver a Roma

«Oh, my goodness». Es la frase que se escapa de los labios de Anita Ekberg al contemplar por primera vez la Fontana Di Trevi en 'La Dolce Vita'. Su expresión maravillada y, cómo no, su sensual baño en la emblemática fuente, han convertido esta escena de la película de Federico Fellini en todo un clásico. Pero aún más éxito del que obtuvo la afamada película, tiene cada año la fuente barroca, parada obligada para cualquier visitante en Roma. Han hecho falta año y medio de trabajos de restauración para que este monumento recuperase todo su esplendor. Despojada, a primeros de noviembre, de los andamios que la han cubierto durante este tiempo, su belleza y particularidad relucen más que nunca. Miles de visitantes lanzan cada día sus monedas a la fuente, con el deseo de volver a la capital Italiana. Es el momento perfecto para dejarse sorprender de nuevo, extasiados como Anita Ekberg. Pero más allá de esta joya, Roma traza un recorrido sorprendente, capaz de transportar al viajero al mismísimo Imperio Romano, y de saciar su voraz apetito de caminante incombustible a base de pizza y pasta fresca. ¿Necesitas más motivos?

Tras recorrer la ciudad eterna hasta desgastar la suela de las zapatillas, imaginar jaleados enfrentamientos en el Coliseo, descubrir los entresijos del Vaticano, el Foro Romano y el Palatino, queda pasear la ciudad con calma. Para perderse explorando, el barrio del Trastevere dibuja una ruta de estrechas callejuelas, plagadas de locales alternativos, pequeñas tiendas y artistas callejeros. Conocer la Piazza di Santa María, con su fuente en el centro, es visita indispensable en este barrio bohemio. Ese aire alternativo lo encontramos también en el mercado de Porta Portese, un mercadillo dominical donde encontrar objetos de segunda mano, bicicletas, libros, antigüedades, decoración artesanal Perfecto para encontrar una buena ganga o un buen regalo.

Pero si somos amantes de las compras, sin miedo a llevar al extremo la tarjeta de crédito, podemos coger el metro para llegar hasta la Piazza Spagna, y después plantarnos de un paseo en la Piazza del Popolo. Un recorrido repleto de las tiendas y marcas más exclusivas. Perfecto para darse un capricho de diseño o simplemente curiosear los escaparates. En Italia la moda es casi una religión. Basta decir que ha sido una firma de moda italiana, Fendi, quien ha financiado el coste de la recuperación de la Fontana Di Trevi, con un montante de 2,18 millones de euros. Casi Nada.

Ataviados con ropa y calzado cómodos, podemos comenzar nuestro recorrido en la Fontana, para luego encaminarnos hacia el Pantheón y la Piazza Navona. Una caminata que se transforma en plena noche, con sus empedradas calles tenuemente iluminadas por farolas y sus monumentos, plazas y fuentes refulgiendo en contraste con el cielo oscuro. Una cena en un local con encanto puede ser el broche perfecto para esta velada nocturna. Como propuesta, dos restaurantes de esencia italiana con todo el encanto tosco de la Roma más tradicional. La pizzería El Baffetto -Via del Governo Vecchio, 114- y la spaghetteria LArchetto -Via dell'Archetto, 26-. Ambos con una amplia variedad de pizza y pasta a buen precio.