El déficit del taller de discapacitados Ranzari se duplica en un año

Continúan los problemas económicos en Ranzari, el taller de discapacitados psíquicos mancomunado por Portugalete y Santurtzi. Tal y como se preveía, el déficit de 2016 ha sido más elevado que el año anterior, alcanzando los 191.000 euros, más del doble que en 2015. De este modo, ambos ayuntamientos aprobaron ayer una aportación extraordinaria para dotar de «estabilidad presupuestaria» a la entidad, siendo esta de 95.700 euros en cada caso.

Cada Consistorio destina una partida cada año al taller, que en 2017 ha sido de 240.000 euros. Sin embargo, esta cuantía no es suficiente para sostenerlo en materia económica y, por tanto, se hace necesario que las dos Corporaciones salgan en su rescate. El año pasado, la aportación extra fue de 34.000 euros para cubrir la deuda de 2015, que fue de 69.000 euros, pero en esta ocasión ha sido necesaria una mayor financiación debido a la caída de las subvenciones y a las sentencias que obligan a Ranzari a costear las indemnizaciones por la no subrogación de los monitores de jardinería de Santurtzi, según adelantó su presidente, Mikel Torres, hace unos meses.

«Una apuesta» común

En Portugalete, la partida fue aprobada por decreto de Alcaldía, mientras que en el Ayuntamiento marinero lo hizo por votación en el pleno. Todos los partidos se posicionaron a favor. Pese a la «mala gestión» criticada por algunas formaciones, lo cierto es que hay una «apuesta clara», afirmó el portavoz de EH Bildu, Imanol Urtiaga, por mantener «vivo» este centro.