Santurtzi recula y proyecta una carretera de un solo sentido para el nuevo barrio de CLH

El Ayuntamiento de Santurtzi ha cedido a la presión vecinal y ya no contempla una carretera de doble sentido que cruce el barrio de Mamariga para integrar las nuevas viviendas de CLH en la trama urbana del municipio. Tras analizar la situación y escuchar las diferentes posturas de los vecinos de la zona, el concejal de Obras y Servicios, Álvaro Aresti, anunció ayer que la opción más viable es abrir la calle que une Prolongación Virgen del Mar con La Cerrada a la nueva urbanización con una vía de un único sentido, desde Julián Gayarre hasta la rotonda, «dando así respuesta a la demanda vecinal de que no fuera de doble sentido» y evitando que ésta quede partida en dos y sin salida, con los problemas que ello podría acarrear al tráfico.

Pese a que esta actuación estaba en fase de estudio, los planes iniciales se encontraron con la rotunda oposición de la Asociación de vecinos de Mamariga, aunque otros residentes sí estaban de acuerdo. No obstante, después de varias reuniones mantenidas en las últimas semanas, se ha llegado a una conclusión que, según el delegado del área, «es viable y satisface las necesidades de la zona». «El planteamiento inicial se ha modificado porque eran cambios razonables. Queremos dejar claro que llevamos tres meses hablando con los vecinos y fruto de esas propuestas surge esta alternativa», afirmó.

El proyecto presentado es «definitivo» y permite también ampliar la acera de la trasera de Mamariga Kulturgunea, dando así más amplitud a la zona y mejorando la accesibilidad y la seguridad de los peatones. Asimismo, se ejecutará una nueva acera contigua a las actuales escaleras existentes en Julián Gayarre y la esquina con el barrio de Pescadores. Por su parte, el tramo de doble sentido entre la rotonda actual y la nueva de la calle Iparraguirre estará limitado a 30 kilómetros por hora y se repintará la señalización horizontal de toda la calle, así como las señales verticales. También se reforzará la seguridad con pasos de cebra elevados y barandillas en las aceras del entorno de los supermercados. En esta zona, además, se reorganizará la carga y descarga con señales verticales indicando el horario para los mismos, pudiendo dejar esa zona libre para aparcamiento fuera de dicho horario.

Por otro lado, la nueva configuración de la calle permitirá aliviar uno de los grandes problemas del barrio: el aparcamiento. Se habilitarán cerca de 35 nuevas plazas, que se sumarán a las 40 existentes. Al margen de esta actuación, habría que añadir las cerca de 250 parcelas al aire libre habilitadas con la urbanización del entorno de CLH. «Estaríamos hablando de un total de 325 nuevas plazas de aparcamiento», remarcó Aresti. La actuación también permitirá cumplirá con el Plan de Emergencia y las exigencias que marca el Código Técnico de Edificación. «En caso de incendio o si algún vecino tuviera una urgencia médica, tanto los camiones de bomberos como las ambulancias no tendrían obstáculos para intervenir».

«No vemos una mejora»

La propuesta ya ha sido presentada a los residentes en el barrio. La Asociación de vecinos de Mamariga, que hizo público su rechazo y amenazó con movilizaciones si el Consistorio mantenía sus planes, se reunió el miércoles con los representantes municipales. Esta tarde consensuarán la alternativa con el resto de vecinos en una asamblea, pero la primera valoración ya vaticina el desacuerdo. «A primera vista, no responde ni de mucho a la propuesta popular. No vemos una mejora de calidad de vida del barrio. De todas formas, habrá que ver lo que opine cada uno y daremos una respuesta», avanzó Joseba Trancho, miembro del colectivo.