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El primer bloque con 24 viviendas se construyó hace ya tres años.
Demandas vecinales retrasan más de dos años la regeneración de San Juan en Santurtzi

Demandas vecinales retrasan más de dos años la regeneración de San Juan en Santurtzi

El proyecto, competencia del Gobierno vasco, echará a andar en 2017 con los trabajos de urbanización y la construcción de uno de los tres bloques de VPO

silvia osorio

Viernes, 1 de abril 2016, 00:32

El proyecto de regeneración de San Juan de Rompeolas, el barrio de Santurtzi ubicado en las faldas del Serantes, sufrirá un nuevo retraso. Según informaron a este periódico fuentes del Gobierno vasco, entidad a la que compete esta importante operación de cirugía urbanística que transformará por completo la imagen y la vida de los vecinos de esta zona degradada del municipio costero, la licitación de las obras de urbanización y de la construcción del segundo bloque -ambas obras se ejecutarán a la vez- no se prevé hasta final de este año, por lo que el inicio de los trabajos tendrá lugar ya para 2017, en fecha aún por concretar.

Vivesa ya ha solicitado la correspondiente licencia de obra al Ayuntamiento marinero para la ejecución del citado edificio, que contará con un total de 32 viviendas de VPO, formando parte de un grupo de tres inmuebles con un total de 96 pisos (32 cada uno). Sin embargo, la concesión del permiso está aún sobre la mesa, pues varias demandas vecinales han llevado a tener que modificar los dos documentos -el PAU y el Proyecto de Urbanización- que permitirán echar a andar el proyecto. Los residentes de la zona han considerado oportuno incluir nuevos aparcamientos y dar continuidad a una de las calles existentes, unas peticiones que la Corporación local ha tenido en cuenta y cuya aprobación no se espera «antes del verano».

Se trata de una mejora integral de este barrio de Santurtzi, que contempla la construcción de un total de 178 viviendas protegidas -incluidas las 24 del inmueble ya edificado- y nuevas áreas verdes de más 20.000 metros cuadrados de superficie en un terreno hasta ahora infrautilizado, la parte más baja de la ladera. El proyecto se enquistó en 2013 tras la construcción del primer bloque, ya que Lakua optó por someter la actuación a un nuevo estudio de viabilidad económica.

Tras año y medio de estancamiento, el anterior alcalde marinero, Ricardo Ituarte, anunció a bombo y platillo en diciembre de 2014 que el camino ya estaba allanado para iniciar el pasado 2015 la edificación de un segundo edificio que iba a suponer un importante empujón a la actuación.

Después de otro año y medio, las patas principales del plan siguen vigentes, pero los vecinos de la zona tendrán que esperar para recibir a los nuevos inquilinos. Así las cosas, el final de las obras de todo el proyecto aún no tiene fecha, pero el Gobierno vasco sí fija para finales de 2018 la construcción del primer edificio de VPO. Después, se levantarán los otros dos bloques de vivienda protegida y el edificio con 58 alojamientos dotaciones en alquiler, que incluirá una lavandería en la planta baja. Asimismo, el Ejecutivo vasco tiene otra parcela para hacer otras 42 viviendas.

Iglesia y ascensor

De manera paralela a la edificación, se acometerán las obras de urbanización del terreno en el que se contemplan importantes mejoras para el barrio, que en su día fueron reclamadas por sus residentes. Así, se habilitará un local de reunión para asociaciones y diferentes colectivos, se creará una zona de soportales y se ubicará la iglesia, hasta ahora en medio de la nada.

Asimismo, se instalará un ascensor que servirá para unir de manera definitiva la parte alta y baja del vecindario, dos zonas que hasta entonces han vivido de espaldas la una de la otra. «El proyecto se encuentra en fase de redacción y la complejidad de la actuación hace imposible concretar, en este momento, el presupuesto de la actuación», afirman las fuentes consultadas.

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