Chris Harper-Mercer, un solitario que llevaba años ambicionando perpetrar una masacre

Aunque la Policía ha evitado difundir el nombre del sospechoso -el sheriff de Oregón que investiga la matanza se ha negado a identificarlo, argumentando que quiere negarle la notoriedad que presuntamente quería buscar con sus actos-, los medios citan a fuentes de la investigación según las cuales el autor de los disparos sería Harper-Mercer, de 26 años.

De padre caucásico y madre afroamericana y nacido en el Reino Unido, Harper-Mercer se había trasladado a Oregón desde Torrance, en la vecina California. En un blog vinculado a él, Harper-Mercer afirmaba que disfrutó con los titulares que atrajo Vester Flanagan, el hombre que mató a dos reporteros en directo en Virginia el pasado agosto antes de suicidarse. "Un hombre al que nadie conocía, ahora es conocido por todos (...) parece que a cuantas más personas mates, más estás en el candelero", señaló.

La CBS ha entrevistado a un vecino del sospechoso (muerto a manos de la policía), quien le ha descrito como "poco amigable", al detallar que por las noches "se sentaba solo en el balcón en medio de la oscuridad con muy poca luz". El vecino también ha dicho que pudo oír a la madre de Mercer, que vivía con él, llorar desesperadamente el jueves después de que tuviese lugar el tiroteo y de que Harper-Mercer falleciera.

Motivación

El tirador irrumpió en una clase del centro educativo, disparó a un profesor a bocajarro, a continuación ordenó a los estudiantes que se pusieran en pie y dijeran su religión antes de dispararlos uno a uno, según el relato de los supervivientes. Fuentes de la investigación han indicado a la CBS que en el lugar del tiroteo se encontraron tres pistolas y un rifle. Las autoridades creen que la rápida respuesta de la Policía evitó la muerte de más personas.

La Policía investiga "puerta a puerta, inspecciona los barrios para intentar encontrar más información sobre este acto horrendo", ha declarado este viernes el sheriff del condado de Douglas, John Hanlin. "Fueron a la casa del atacante. Pero es demasiado pronto para decir cuál era su motivación", ha añadido.

Los vecinos siguen impactados por lo ocurrido. Mary Moore, auxiliar de enfermería de 57 años, vive en el departamento que está encima del de Harper-Mercer. Esta mujer ha declarado que se siente "conmocionada" por pensar que vivía junto al autor de la masacre.

Otros vecinos han descrito a Harper-Mercer como un joven ansioso y taciturno que vivía junto a su madre. Botas militares, pantalón militar y camiseta blanca. Todos los días se vestía de la misma forma, han relatado a 'The New York Times'. "No era un tipo de persona muy amistosa", ha declarado uno de ellos, Bronte Hart. "No quería tener nada que ver con nadie", ha asegurado.

Testimonios estremecedores

Según un hombre cuya hija resultó herida, el atacante ordenó a los estudiantes ponerse de pie si eran cristianos, antes de dispararles. "Decía: 'Bien, porque si eres cristiano verás a Dios en un segundo'", ha apuntado Stacy Boylan a la cadena CNN. Su hija sobrevivió haciéndose pasar por muerta y explicó a su padre que el tirador irrumpió en el salón de clases y disparó sobre el profesor a quemarropa.

"Estaba en la clase de al lado en la que estaba el tirador", ha contado otra estudiante, Cassandra Welding, a la CNN. Al escuchar los disparos "todos los estudiantes de la clase se lanzaron debajo de los escritorios y una mujer, una de mis compañeras de clase, fue a ver qué pasaba, abrió la puerta y lamentablemente el atacante le disparó".

Los estudiantes en pánico cerraron entonces la puerta, apagaron la luz y llamaron a la Policía y a sus familias, intentando protegerse con "nuestras mochilas, sillas, todo lo que podíamos encontrar, por si entraba", ha añadido Welding. "Es una tragedia que marcará a nuestra comunidad por mucho tiempo. Ya no podremos confiar en la gente", estimaba Missy, de 39 años, frente al hospital.

Tras la tragedia, el presidente Barack Obama, visiblemente irritado, pidió nuevamente establecer controles a las armas. "Nuestros pensamientos y oraciones simplemente no son suficientes", señaló Obama, con rostro duro, llamando nuevamente al Congreso a legislar sobre la utilización de las armas de fuego. "De alguna forma esto se ha tornado rutina", lamentó. "No puede ser tan fácil para alguien que quiere dañar a otros acceder a un arma", prosiguió. "Cada vez que ocurra un drama como este repetiré (...) que debemos cambiar nuestras leyes", enfatizó.

La gobernadora de Oregón, Kate Brown, ha declinado las entrevistas televisivas para discutir sobre el control de armas, al igual que el sheriff, y ha dicho que es el momento de ayudar a la comunidad a superar lo vivido.