Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
óscar B. de otálora
Sábado, 26 de noviembre 2016, 11:35
Donald Trump no pudo ser ayer más duro con el legado de Fidel Castro, a quien calificó de «brutal dictador» y le acusó de haber tenido un mandato caracterizado por «los pelotones de fusilamiento, el robo, el sufrimiento inimaginable, la pobreza y la negación de ... los derechos humanos fundamentales». El futuro presidente estadounidense, el mandatario internacional con un discurso más duro sobre Castro, recurrió incluso a un simbolismo sin precedentes. Recordó en su comunicado a los veteranos cubanos que invadieron Cuba en la Bahía de Cochinos y que ahora son el núcleo fundacional del anticastrismo en Florida, Estado en el que consiguió ganar a Hillary Clinton precisamente por sus promesas de endurecer la posición hacia Cuba.
Estas referencias a la historia, no obstante, dejaron una puerta abierta a apoyar cambios en la isla. «Si bien Cuba sigue siendo una isla totalitaria, espero que el día de hoy sea un paso para alejarse de los horrores que se han soportado durante demasiado tiempo, y hacia un futuro en el que el maravilloso pueblo cubano viva por fin con la libertad que tanto se merecen», añadió. «Aunque no podemos borrar las tragedias, la muertes y el dolor causados por Fidel Castro, nuestra administración hará todo lo posible para garantizar que el pueblo cubano pueda, finalmente, comenzar un viaje hacia la prosperidad y la libertad», prosigue el presidente electo. «Me uno a los muchos cubano-estadounidenses que me apoyaron tanto durante la campaña, incluyendo a los veterano de la brigada 2506», añadió, en referencia de los destacados en la fallida invasión de Bahía de Cochinos, en 1961, «con la esperanza de ver pronto algún día una Cuba libre».
«Viaje del pueblo cubano hacia la libertad»
La muerte de Fidel Castro abre una incertidumbre sobre el futuro de la isla, unas dudas que ya existían desde la victoria electoral de Donald Trump, ya que podrían ser el fin de todos los avances diplomáticos registrados durente el mandato de Barack Obama. El magnate norteamericano, durante su campaña electoral en Florida, insistió en que uno de sus objetivos en la Casa Blanca sería «apoyar al pueblo cubano en su lucha contra la opresión comunista. El pacto de Obama solo beneficia al régimen de Castro».
Pese a estas declaraciones, en la comunidad cubana de Miami existe una desconfianza hacia las políticas que pueda llevar a cabo el futuro presidente norteamericano, ya que, en el pasado, ha mantenido distintas posturas con respecto a la isla. En este sentido, al conocerse en 2014 los acuerdos de Barack Obama con Raúl Castro, patrocinados por el Papa, Trump se mostró partidario de esta entente. En unas declaraciones posteriores, aseguró que era necesario negociar un acuerdo mejor que el que pactó el presidente. Posteriormente, ya en campaña, se comprometió a derogar las disposiciones sobre Cuba firmadas en la Casa Blanca.
«Ese mercado debe ser nuestro»
En su pasado como magnate de los hoteles, Trump también ha mantenido posturas ambiguas sobre la isla. En 1999 declaró que era consciente de que la isla sería una buena inversión para sus infraestructuras turísticas, pero resaltó que sus principios le impedían invertir en una isla dominada por los comunistas. Sin embargo, más adelante declaró que estaba dispuesto a abrir hoteles en Cuba «cuando sea legal». Estas declaraciones las realizó en una visita a los supervivientes del desembarco de la Bahía de Cochinos.
Trump, por otra parte, ha permitido que los miembros del ala más dura de su partido tomen posiciones con respecto al futuro gobierno. Sin embargo, uno de los grupos de poder más importante de EE UU, la industria agroalimentaria, ha manifestado desde hace un año que era necesario poner fin al embargo para poder acceder a un mercado de 11 millones de consumidores de la isla. La administración de Obama ya afirmó en 2015 que el 80% de los cereales que consume Cuba son importados, principalmente desde la Unión Europea, por lo que el bloqueo suponía cerrarse las puertas de uno de sus mercados más importantes. El secretario de Estado del Departamento de Agricultura, Michael Scuse, declaró en este sentido: «El mercado de cereal de Cuba debe ser nuestro».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.