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Virginia Melchor
Jueves, 14 de mayo 2015, 00:50
Los derechos humanos no son la principal preocupación de Kim Jong-un. No es extraño, pues, que al dictador norcoreano no le haya temblado el pulso al ordenar la muerte de cerca de 70 altos funcionarios en los poco más de tres años que lleva al frente de su país: 17 en 2012, 10 en 2013 y 41 el pasado ejercicio. Y en lo que va de 2015 ha 'liquidado' ya a 15. Además, las denuncias de la comunidad internacional sirven de poco. De hecho, en enero de 2013, la ONU dio la voz de alarma y señaló que en el país más aislado y hermético del planeta se vive una "una de las peores situaciones del mundo a pesar de que prácticamente se desconoce y no se informa".
Nadie está a salvo de Kim Jong-un. El ministro de Defensa del país, Hyon Yong-chol, fue ejecutado por insubordinación y por haberse dormido en un desfile frente al líder Kim Jong-un, según ha informado este miércoles la agencia de inteligencia de Seúl. Le mataron con un cañón y ante cientos de oficiales el pasado 30 de abril, al poco de regresar de Moscú. En la purga que se lo ha llevado por delante habría caído también el arquitecto del sistema de nuevas infraestructuras norcoreanas, Ma Won Chun, antiguo responsable de los gastos del régimen como director del departamento de Finanzas del Partido de los Trabajadores. Estas ejecuciones serían otra muestra del cruel trato que dispensa Kim a funcionarios de alto perfil. Claro que el líder norcoreano también ha sido capaz de enviar a sus propios familiares a la hoguera.
La ejecución más sonada es la de su propio tío Jang Song Thaek, otrora vicepresidente de la Comisión Militar Central y número dos del régimen, purgado y abatido en 2013. Fue acusado de traición después de que propusiera emprender una transición económica que siguiera los pasos del modelo chino. Y es que China es uno de los grandes apoyos del régimen de Pyonyang. Todos los familiares directos de Jan Song Thaek también fueron ajusticiados. La purga se extendió a varias mujeres y niños. Nadie, ni siquiera la familia, está por encima de Kim Jong-un.
Cuando murió su padre y Kim Jong-un tomó las riendas de Corea del Norte, algunos ciudadanos coreanos y un puñado de expertos se mostraron abiertamente esperanzados. Al fin y al cabo, el tercer heredero de esta dinastía comunista fue educado en Suiza, disfruta con productos de entretenimiento occidentales y apenas supera la treintena. Pero la ilusión que provocaron los numerosos rumores sobre reformas económicas y políticas se desvanecieron rápidamente. El lider norcoreano de corazón de hormigón siembra el terror entre sus familiares como lo hace entre los ciudadanos norcoreanos.
El puesto de jefe militar parece el más peligroso en Corea del Norte. Kim ha cambiado al jefe de sus fuerzas armadas cuatro veces desde que llegó al poder. Su padre Kim Jong Il, que gobernó el país durante casi dos décadas, sustituyó a su jefe militar sólo en tres ocasiones. Además, la cifra de ejecuciones del actual dictador es más alta que la alcanzada tristemente por el anciano líder, que ejecutó a una decena de funcionarios de alto rango durante los cuatro primeros años de su mandato.
Según lo filtrado por los servicios secretos de Corea del Sur, el gran rival del régimen comunista norcoreano, entre los ejecutados este año se encuentran un alto cargo del departamento de Bosques, que criticó la política forestal del país, y un vicepresidente de la Comisión de Planificación Estatal. Su delito, aparentemente, había sido oponerse a que se alterara el diseño de un proyecto de construcción de un edificio oficial dedicado a la ciencia y la tecnología para darle forma de flor y no redonda, como estaba previsto inicialmente.
Las purgas tienen también una parte de leyenda negra, ya que resultan difíciles de contrastar. Así, hace meses se aseguro que cuatro miembros de la Orquesta Unhasu, la más selecta del régimen, habían caído en desgracia y fueron ejecutados debido a un "escándalo". Ellos o sus clones 'resucitaron' poco después.
Kim no tiene sentimientos. Al menos positivos. En 2013 habría ordenado el fusilamiento de Hyon Song-wol, una mujer con la que hace una década el líder norcoreano mantuvo una relación sentimental. Parece que el dictador pudo haber sido quien ordenó su ejecución por filmar relaciones sexuales con fines comerciales. La pornografía en Corea del Norte se paga con la vida. Eso sí, Hyon no habría ido sola al paredón. Un pelotón de fusilamiento habría acabado también con la vida de otros once músicos, en público y delante de sus familiares. Sin embargo, la joven reapareció en la televisión norcoreana durante una concentración de artistas celebrada en Pyongyang.
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