Así fue acosado y agredido el árbitro del Mensajero - Barakaldo

La visita del Barakaldo al Silvestre Carrillo, para disputar una nueva jornada de liga, dejó unas lamentables imágenes en forma de agresión y acoso a uno de los integrantes del trío arbitral. 60 aficionados esperaron a los trencillas al finalizar el partido y ni la Policía Nacional ni la seguridad privada pudieron evitar que agredieran a uno de ellos. Este, que estaba viviendo una pesadilla, tuvo que ser atendido y trasladado en una ambulancia por el corte que le ocasionaron en la cara.

La hinchada canaria se 'quejaba' de un presunto trato a favor hacia el conjunto vizcaíno, puesto que no señaló dos penas máximas en el área de los hombres de Movilla y, en cambio, sí lo hizo en el lado contrario, desatando las iras del respetable, que, con alcohol de por medio, perdió por completo el control, la educación y el sentido común.

Este es parte del extracto del comunicado que han colgado los árbitros en https://sindicatodearbitros.wordpress.com/ :

«Estos aficionados del C.D. Mensajero son un ejemplo de lo que tenemos en la mayoría de instalaciones deportivas cada fin de semana. Por su parte, el delegado del C.D. Mensajero, tal y como expresa el acta, no colaboró en la identificación de los aficionados que saltaron al descanso y que probablemente formaban parte del tumulto final. Además, en el acta se habla de la venta de bebidas alcohólicas dentro del campo, algo que está penado muy duramente por la Ley del Deporte, y que sucede en la inmensa mayoría de los bares que nos encontramos dentro de un campo de fútbol. Son violentos, nadie les dice nada y, además, los emborrachan. Luego pedimos disculpas, pues no nos sirve.

Un aficionado me cogió de la mochila que llevaba en la espalda y me tiró una lata de cerveza por encima. Conseguimos llegar, entre empujones continuos, hasta el taxi que nos tenía que llevar al aeropuerto. Cuando íbamos a entrar en él, una persona consiguió llegar hasta la posición del Asistente Nº2, cogiéndole la cabeza y golpeándosela contra el coche, produciéndole un fuerte golpe en la cabeza y un corte en la frente, de los que adjuntamos parte médico. Posteriormente, el Asistente Nº2 fue tratado en la ambulancia desplazada a las instalaciones deportivas, la cual lo trasladó hasta el aeropuerto. El Asistente Nº1 y yo pudimos desplazarnos en el taxi que se había llamado previamente. En el trayecto hasta el aeropuerto, no fuimos acompañados por miembros de la fuerza pública.»