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Luis Enrique, en un entrenamiento antes de la Final.
El himno, otra vez protagonista... menos para los futbolistas
Final

El himno, otra vez protagonista... menos para los futbolistas

«Nos preocupa el fútbol y el deporte. Esto se lleva a otros ámbitos, quien quiera dar sus opiniones que las dé», dijo Iniesta

Rodrigo Errasti Mendiguren

Viernes, 29 de mayo 2015, 16:46

Una final de Copa entre Barcelona y Athletic se está convirtiendo en un clásico, al igual que en las horas previas se hable casi más de los posibles silbidos al himno que de las novedades deportivas. «Ya he hablado otras veces de esto», dijo Andrés Iniesta algo saturado del tema. «Nos preocupa el deporte. Quien quiera dar sus opiniones que las dé. Lo que nos preocupe es el ámbito real del fútbol y del deporte». Los deportistas trataron de regatear el asunto, que ha cogido un claro tono político. Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, avisó horas después de que se conociese que la Comisión Antiviolencia podría imponer castigos si se producen: «Todos los himnos, sea cual sea la competición deportiva nacional o internacional que se dispute, deben ser respetados en un ambiente cívico y educado. No se entiende en ningún lugar del mundo que un himno de un país se silbe. Son códigos culturales de las convicciones democráticas, que sólo desde una postura autoritaria pueden trasgredirse. Ni el himno español, ni la Marsellesa, ni otro símbolo constitucional de cualquier comunidad autónoma debe ser atacado. Son actos rechazables y que la sociedad debe criticar con determinación».

Cardenal envió una carta cordial y de cortesía a los dos finalistas en la Copa del Rey en las que instó a sus presidentes a que adopten medidas destinadas a respetar «los elementos que conforman nuestra convivencia democrática», y reiteró que «a nadie se le pide que se adhiera a ideas o postulados que no comparta». «Pero sí que respete los de los demás. El respeto es un elemento básico de la convivencia democrática. Yo siempre he pedido respeto para cualquier opción, y he respetado todas. Quienes hoy callen, serán precisamente quienes mañana puedan quedar deslegitimados si se producen faltas de respeto a símbolos del Estado», matizó. «Las ideas se defienden con la razón, con la convicción, con el debate, argumentando, convenciendo. Con la falta de respeto, con la violencia, se deslegitima cualquier pretensión. Deja de poder considerarse una aspiración democrática», añadió el Secretario de Estado para el Deporte. Por su parte, el vicepresidente institucional del Barcelona, Carles Vilarrubí, aseguró que el club solo quiere hablar de fútbol: «Es un error hablar de la pitada. Pedimos respeto, pero no imponemos nada».

Será la primera final copera que presidirá como rey Felipe VI, aunque ya estuvo presente en otras. Hace unos meses, en febrero, se estrenó en la de baloncesto, disputada entre Barcelona y Real Madrid, y algunos hinchas azulgranas silbaron el himno nacional. Vicente Del Bosque, seleccionador español, abogó por una final «deportiva» y opinó que, cuando suene por la megafonía antes del inicio del encuentro, la gente debería respetar el himno. «Lo que hay que hacer es no pitar, porque el deseo de todos es que sea una final deportiva. El himno es la seña de identidad de un país y hay que ser respetuoso. En otros países nadie ataca ni pisotea la bandera ni se pita el himno», comentó el salmantino. El técnico hace unas semanas afeó a un grupo de seguidores españoles en Sevilla que pitaron el himno ucraniano, algo que también se produjo en la última edición de la final de Copa en Valencia ante el Real Madrid, aunque no tuvo gran recorrido en los medios de comunicación.

Mariano Rajoy no estará en la final, algo que ya sucedió en 2012, aunque sí en las cercanías (Sitges). En la edición de 2009, Xabi Etxeita no saludó al rey Juan Carlos cuando recogió su medalla como subcampeón. En el palco, donde habrá 147 autoridades, Felipe VI compartirá asiento con el presidente de la Generalitat Artur Mas, el lehendakari Iñigo Urkullu y el ministro de Educación y Deportes, Ignacio Wert, los alcaldes de Barcelona y Bilbao, Xavier Trías e Ibon Areso. Habrá morbo por ver el comportamiento del primer edil barcelonés, al que Cardenal solicitó que pidiera que no se silbara al himno, ya que Ada Colau, reciente vencedora en las elecciones municipales, reclamó esta semana el derecho a pitar. «En democracia es esencial la libertad de expresión siempre que sea de forma pacífica. Harían bien en preguntarse el porqué de las protestas y los abucheos», dijo la líder de la formación Barcelona en Comú. Andoni Ortuzar, del PNV, había propuesto que sonasen el himno catalán y el vasco, además del español, como solución salomónica a la posible pitada.

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