Un partido cogido con alfileres

La selección de Euskadi jugará esta noche contra la de Córcega (20 horas) en el estadio del Ajaccio, Ange Casanova, donde prácticamente coincidirán por primera vez los 19 elegidos por los técnicos José María Amorrortu y Mikel Etxarri. Los jugadores saldrán hoy en un vuelo chárter hacia la capital corsa, pero la expedición no será completa porque los cuatro representantes del Eibar viajarán por su cuenta desde Estados Unidos -lo harán con escala en París-, donde estuvieron más de una semana de gira con el equipo armero. Los seis de la Real Sociedad sí estarán en el avión junto a los ocho futbolistas del Athletic, aunque subirán con muchos kilómetros en el cuerpo ya que regresaron ayer mismo de EE UU tras completar un tour por la Costa Oeste, con paradas en San Francisco y Hoston. El caso es que la convocatoria se cerró dos días antes del choque y sus integrantes solo tendrán tiempo -y no todos- de dar unos cuantos pases antes de saltar al campo y enfrentarse a un rival desconocido, sin apenas referencias conocidas en sus filas.

Amorrortu y Etxarri tuvieron que hilar muy fino para completar la lista de los 19 y consensuar con los clubes los nombres que figuran en ella. Finalmente dispusieron de ocho rojiblancos -Iraizoz, Elustondo, Gurpergui, Eraso, Iturraspe, Mikel Rico, Susaeta y Sabin Merino-, seis txuri urdin -Berchiche, Markel Bergara, Mikel, Xabi Prieto, Zaldua y Zurutuza-, cuatro armeros -Riesgo, Ansotegi, Capa y Dani García- y un jugador del Las Palmas, Javi Garrido. Es una plantilla con importantes y lógicas ausencias pero ofrece bastantes garantías de cara al choque de hoy contra Córcega, cuyo seleccionador, Jean Michel Cavalli, facilitó una relación de 24 futbolistas que provienen principalmente de los equipos locales Ajaccio y Bastia.

Casi todos son unos desconocidos en la escena internacional, con la excepción de Rémy Cabella, atacante del Olympique de Marsella, quien ha jugado este año en San Mamés el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League, y de Sebastien Squillaci, ex de Mónaco, Olympique de Lyon, Arsenal y Sevilla, entre otros, y ahora en las filas del Bastia. En condiciones normales, la selección de Euskadi no debería tener problemas para imponer su calidad y oficio, pero las prisas con las que se construyó la tricolor, el cansancio de sus futbolistas y la improvisación organizativa hacen que, a priori, el comportamiento del bloque sea cuanto menos una incógnita. Se despejará hoy a partir de las 20 horas en Córcega.