Un hombre armado se atrinchera con dos familiares en su casa de Santurtzi

Un hombre armado con dos cuchillos se atrincheró ayer durante más de dos horas en el domicilio familiar y dejó encerrados con él a su madre y a uno de sus hermanos, según pudo saber este periódico. Después de varias horas de tensión, la intervención de la Ertzaintza, que desplegó dos furgonetas de las Patrullas de Respuesta Inmediata (PRI), conocidos como los Bizkor (rápidos en euskera), y un equipo de negociadores, logró que el individuo desistiera y se entregara sin mayores consecuencias. El hombre, que lucía un brazo en cabestrillo debido a una lesión previa e iba esposado con las manos por delante, salió de la vivienda escoltado por los ertzainas pasadas las cinco y media de la tarde, lo que dio por terminada la situación de alerta. No se registraron heridos.

El incidente se inició pasadas las tres y veinte de la tarde en el número 23 de la calle Pedro Icaza, en Santurtzi. La Ertzaintza recibió el aviso de que un hombre, con problemas mentales, que ya había protagonizado otros episodios similares en el pasado, se había encerrado armado en su vivienda con varios familiares. De inmediato, SOS Deiak activó el protocolo para estos casos y movilizó a los Bizkor, además de a patrullas de Seguridad Ciudadana, y a los negociadores, especializados en resolver incidentes con rehenes.

Pistola eléctrica y cascos

La calle quedó completamente acordonada. El suceso generó gran expectación en el barrio, donde todos conocían los problemas que arrastraba últimamente el afectado. Los Bizkor, dos de cuyos agentes resultaron heridos el pasado marzo al ser apuñalados por un enfermo mental que, al igual que en el caso de ayer, se había atrincherado en una vivienda en Leioa, entraron en el portal, protegidos por cascos, verduguillos, chalecos antibala y escudos, su traje de dotación. Desde el pasado 9 de marzo, también llevan una pistola eléctrica tipo Taser, que paraliza al agresor mediante una descarga disparada a distancia y que se empleará sólo en casos de extrema violencia, según señaló recientemente la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia. Ayer, no tuvieron que utilizarla.

Posteriormente, los agentes sacaron la barra de uña que llevan en los vehículos para apalancar las puertas de las viviendas si es necesario entrar en el domicilio por la fuerza. Dos ambulancias también se desplazaron hasta Santur-tzi en prevención de que pudieran registrarse heridos. Una vez que se entregó, el hombre fue trasladado a la unidad de Psiquiatría de un hospital.