Los abuelos de los niños fallecidos siguen «graves»

El Servicio Vasco de Salud ha emitido un nuevo parte médico este lunes y en él informa de la «evolución favorable» de estas dos personas, aunque advierte que su estado sigue siendo muy grave. El peor pronóstico lo tiene a mujer, abuela de los pequeños y madre de Joaquín. Sufre quemaduras en el 60% del cuerpo, mientras que su marido tiene lesiones similares en el 30% del cuerpo. Además, presentan lesiones por precipitación desde altura, ya que, como otros inquilinos del inmueble que ardió, saltaron por las ventanas en un desesperado intento del escapar del fuego.

Las llamas provocaron la muerte de cuatro personas de la misma familia e hirieron a otras veinte. De éstas, nueve requirieron ingreso hospitalario, mientras que las otras once fueron atendidas en el lugar por los sanitarios y no fueron evacuados.

De los nueve heridos ingresados tres fueron dados de alta el mismo sábado y el domingo un niño de 10 años pudo salir del hospital, por lo que actualmente hay cinco personas hospitalizadas. Se trata de los abuelos de los menores fallecidos, dos jóvenes y un niño.

Según el parte emitido por el Servicio Vasco de Salud el caso más complicado -al margen del matrimonio de la Unidad de Grandes Quemados- es el de una joven de 23 años que permanece en el hospital de San Eloy con pronóstico grave por fractura en vértebra lumbar, «aunque evoluciona positivamente y se prevé que reciba el alta en los próximos días». La chica fue intervenida el domingo de las fracturas que presentaba en las piernas cuando saltó por la ventana para esquivar las llamas.

Otro de los heridos es un joven de 21 años que que tiene lesiones en tobillo, cadera y columna. Le están atendiendo en Traumatología del hospital de Basurto y su evolución es favorable. Finalmente sigue ingresado un niño de 10 años en Cruces afectado por inhalación de humo. Está en Pediatría en observación, pero su evolución es positiva y previsiblemente será dado de alta en los próximos días.

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